Internet está cambiando. Tal vez para siempre: Su propia fuerza como vehículo de acción política está haciendo imposible mantener el enfoque original de «laissez faire» acerca de lo que podía y no podía hacerse en la web. Esta semana varias aplicaciones y sitios web han prohibido docenas de cuentas, buscando atenuar el «discurso de odio» que se supone que se está propagando. Incluso para las empresas que trataban de mantener el status quo «neutral» del principio, la presión se ha vuelto demasiado fuerte. Y a algunos analistas les recuerda a «la ruptura de una presa, o un cambio de guardia» (
Panorámica semanal: el fin de la «Wild Wild Web»
Panorámica semanal: el fin de la «Wild Wild…
Panorámica semanal: el fin de la «Wild Wild Web»
Internet está cambiando. Tal vez para siempre: Su propia fuerza como vehículo de acción política está haciendo imposible mantener el enfoque original de «laissez faire» acerca de lo que podía y no podía hacerse en la web. Esta semana varias aplicaciones y sitios web han prohibido docenas de cuentas, buscando atenuar el «discurso de odio» que se supone que se está propagando. Incluso para las empresas que trataban de mantener el status quo «neutral» del principio, la presión se ha vuelto demasiado fuerte. Y a algunos analistas les recuerda a «la ruptura de una presa, o un cambio de guardia» (