Panorámica semanal: transformando los servicios financieros
Las tecnologías digitales están transformando las finanzas
Los servicios financieros (impulsados por el comercio electrónico) podrían convertirse en «las nuevas telecomunicaciones»: El valor del sector financiero se está yendo a las empresas de pagos y a las empresas de “fintech”. Esta tendencia se ha acelerado recientemente con la pandemia y con la revolución digital del comercio minorista. Y todo esto está sucediendo a expensas de los bancos tradicionales, que se están viendo obligados a jugar exclusivamente el papel de facilitadores, a partir de un conjunto de actividades bancarias “básicas» intensivas en capital y fuertemente reguladas. Esto recuerda a lo que ya ha sucedido con Internet, donde la infraestructura de red (proporcionada por los operadores de telecomunicaciones) desempeña una función «habilitadora» similar a la del dinero (proporcionado por los bancos) en las finanzas, para que luego los proveedores de aplicaciones innovadoras creen valor «por encima”. Así que, si extrapolamos, esperaríamos una expansión en el alcance de las aplicaciones fintech, más allá de los simples pagos digitales. Y posiblemente también una necesidad emergente de nuevas regulaciones para la industria, de cara a hacerla sostenible (como lo que estamos empezando a ver en las telecomunicaciones) (TheEconomist)
El debate regulatorio sobre las fintech ya ha empezado, a medida que crece la adopción: Sólo en el Reino Unido, más de la mitad de la población ha usado alguna nueva forma de pago durante los confinamientos por el virus, y más del 20% ha probado a comprar por internet por primera vez. Así que parece que ahora tenemos tecnologías suficientemente maduras y una demanda lo bastante grande como para hacer posible un cambio radical. El problema es que este cambio permitiría eludir muchas de las actuales reglas de protección al consumidor de servicios financieros que los gobiernos han venido creando. Así que ha empezado el debate sobre cómo tienen que abordar el tema los reguladores. Algunos piensan que un enfoque de “dejar hacer” sería la mejor solución, pero otros ponen como ejemplo algunos escándalos financieros y sugieren, por ejemplo, que los bancos centrales deberían crear sus propias monedas digitales «oficiales» que acabaran sustituyendo a los actuales billetes de banco, “dentro de un orden” (FT)
Como era de esperar, las aplicaciones de pago digital han empezado a formar parte de la Segunda Guerra Fría: Ya hemos comentado aquí los planes de Ant Financial, una subsidiaria de Alibaba, de lanzar una oferta pública de acciones en Hong Kong y Shanghai, que aspira a levantar $35bn, con una valoración implícita superior a $250bn. Pues bien, la incertidumbre está creciendo sobre esta operación, con rumores de que la administración Trump está considerando restringier el uso de las plataformas de pago electrónico chinas como Ant y Tencent, por supuestos riesgos para la seguridad nacional, y en un movimiento similar a lo que ya han hecho con Huawei, TikTok y WeChat. Incluso si los ingresos actuales de Ant provienen casi exclusivamente (95%) de China, una medida de este tipo podría perjudicar sus expectativas de una futura expansión global, y afectar a la valoración (FT)
La Segunda Guerra Fría podría llevar a una “fragmentación tecnológica global”
El mundo podría dividirse en 2 bloques de estándares tecnológicos, liderados por Estados Unidos y China, con Europa «en posición difícil«: Esta semana el Financial Times publicó una serie de artículos sobre la «Nueva Guerra Fría» entre Estados Unidos y China, y sus posibles implicaciones para el mundo de la tecnología. Los estándares son un componente clave para construir la tecnología, y por eso ambas superpotencias están luchando por controlarlos. China, en particular, está tratando de aprovechar su fortaleza tecnológica para controlar las especificaciones en telecomunicaciones (desde la UIT). Si esto ocurre, Estados Unidos podría argumentar razones de seguridad nacional para adoptar unos estándares diferentes, de la misma forma que el ferrocarril español utiliza un ancho de vía distinto del de Francia. Esto puede parecer un exceso innecesario, pero la verdad es que algunos analistas nos recuerdan que China es la primera que está buscando utilizar tecnologías «civiles» como el 5G o la Inteligencia Artificial, con fines militares. El resultado podría ser la formación de 2 bloques globales diferentes de estándares, con interoperabilidad limitada, y con Europa en una «posición extremadamente difícil» (FT)
En Europa, algunas voces reclaman un apoyo más explícito al bloque norteamericano: Tal vez no nos sorprenda, viniendo de un periódico británico, pero el Financial Times recomienda que Europa (y el Reino Unido) se unan a Estados Unidos para reconstruir un «nuevo orden internacional» de cara a la nueva era de la tecnología digital. Esto incluiria acordar una posición común sobre el diseño y producción de semiconductores, la innovación en fintech y la seguridad de la Inteligencia Artificial. Por supuesto, todo esto no es posible sin la colaboración del gobierno de Estados Unidos, así que la iniciativa estaría vinculada a una victoria de Biden en las próximas elecciones (FT)
Una implicación paralela es la fragmentación global de las cadenas de suministro: Ya había signos de esto antes de la pandemia. Por ejemplo, las empresas de Taiwan, que todavía tienen plantas de fabricación en China continental, ya habían empezado a trasladarse a otros lugares desde hace aproximadamente 10 años, a medida que la mano de obra cualificada empezaba a escasear en las regiones costeras de China. Esto se ha acelerado ahora, con muchas empresas extranjeras preocupadas además por la seguridad delos datos y los problemas de privacidad, así como por las posibles disputas geopolíticas que podrían generar inestabilidad en sus cadenas de suministro. Aún así, muchas empresas están esperando al resultado de las elecciones en Estados Unidos para entender mejor cuánto margen de maniobra tienen. En todo esto, Taiwan ve una oportunidad para convertirse en el «centro de coordinación de las cadenas de suministro mundiales» (FT)
También hay una guerra incipiente para controlar la producción de minerales «estratégicos»: Las naciones occidentales van a la zaga de China en la producción y procesamiento de minerales de tierras raras como el itrio, el lantano, el gadolinio y otros, que son fundamentales para construir memorias de ordenador, baterías recargables para vehículos eléctricos, teléfonos móviles y muchos otros productos de alta tecnología. En la (aparentemente) próxima fragmentación del mundo en bloques, esto podría perjudicar la competitividad del bloque norteamericano. Así que desde Estados Unidos se acaba de declarar una emergencia nacional al respecto, que autoriza el uso de medidas extraordinarias para acelerar el desarrollo de minas para estos minerales (WSJ)
Mientras tanto, Samsung parece un ganador a corto plazo, aprovechando la debilidad de Huawei: Huawei sigue siendo una «víctima temprana» de todas estas batallas, con prohibiciones desde Estados Unidos que afectan a su creciente negocio de smartphones, y también a sus oportunidades en redes 5G. En ambos espacios, pero muy particularmente en el mercado de los smartphones, Samsung está emergiendo como el gran ganador de todo este lío. La empresa coreana acaba de anunciar un guidance de beneficio operativo para 3Q20 que implica un crecimiento anual de +60%, impulsado por la recuperación de su liderazgo en las ventas globales de smartphones, donde recientemente habían cedido el primer puesto a Huawei (FT)
Se aceleran las grandes operaciones corporativas. ¿Es la señal de un cambio de paradigma?
IBM ha dado oficialmente el paso hacia lo que esperan que sea la siguiente fase de la compañía: Bajo la dirección de Lou Gerstner, IBM pasó de ser una compañía de productos a una fábrica de servicios, y esto les permitió sobrevivir al cambio de paradigma en la computación que vino con el PC. La venta de su negocio de PCs a Lenovo en 2005 fue uno de los signos que certificó esta evolución. Pero ahora incluso el negocio de servicios IT está cayendo en desgracia, ya que los clientes están dejando de tener su propia infraestructura informática, lo que hace que ya no necesiten ninguna empresa externa que les ayude a operarla y mantenerla. La razón es que están eligiendo la opción, mucho más flexible y potente, de consumir la computación de la misma manera que utilizan, por ejemplo, la energía. Y todo esto ha sido posible gracias a la nube, con empresas como AWS, Microsoft (Azure) y Google (Cloud) beneficiándose de la tendencia. IBM se está moviendo para jugar un papel también en ese espacio, con su propia oferta de cloud computing, y con adquisiciones como Red Hat, que teóricamente les podrían situar en posición de «comoditizar» las ofertas actualmente líderes en el mercado. Así que esta semana IBM anunció que van a separar el negocio de servicios «legacy» (4.600 clientes en 115 mercados, con ingresos de $19bn y con un mercado potencial $500bn, pero con malos resultados recientes) del nuevo negocio «core», que representa aproximadamente tres cuartas partes de los ingresos totales, e incluyendo la Cloud así como las apuestasfuturas como la IA o la Computación Cuántica (NYTimes)(WSJ)
En un campo totalmente diferente, un inversor activista presiona a Disney para que abrace la nueva era del entretenimiento: Daniel Loeb, el gestor del fondo “hedge” Third Point, ha enviado una carta al CEO de Disney pidiendo un cambio radical en la estrategia de la compañía, para centrarse casi exclusivamente en el emergente negocio de streaming. La propuesta pide que se reasignen $3bn de los actuales dividendos a la producción de contenidos para la plataforma de streaming Disney+. Esto parece raro, porque lo normal es que los inversores activistas pidan que las empresas devuelvan más caja a sus accionistas, y no lo contrario, así que puede ser una muestra de hasta qué punto algunos inversores ven que Disney tiene una gran oportunidad en el streaming. Loeb también ha pedido a Disney que abandone el negocio de distribución en salas de cine, actualmente bajo el impacto masivo de la pandemia, y que «abrace el cambio de la taquilla a la casa» (FT)
También en el espacio de los contenidos, pero en la frontera con las telecomunicaciones, AT&T sigue reorganizando su filial WarnerMedia: La pandemia no ha llegado en un buen momento para AT&T, que acababa de adquirir Time Warner, un activo que se suponía que les iba a convertir en un gigante en la frontera entre las telecomunicaciones y los contenidos. Pero el virus está reduciendo drásticamente los ingresos por entradas de cine, suscripciones de cable y anuncios de televisión, así que AT&T se está viendo obligada a reestructurar la que ahora es ya su filial WarnerMedia, y tiene un plan en marcha para reducir costes en un -20% ydespedir a miles de personas. AT&T está viendo ahora hasta qué punto es diferente, y más incierto, el negocio de los contenidos frente al de las telecomunicaciones. Incluso donde se supone que deberían estar más fuertes, en el streaming de vídeo, HBO Max ha tenido un comienzo más bien flojo, con sólo 4.1m de subscriptores que han activado la aplicación después del primer mes (WSJ)
En las telecomunicaciones, la reestructuración continúa en todo el mundo:
En Japón NTT, después de anunciar la consolidación de DoCoMo, se prepara para vender activos: Una de las «sinergias» o ventajas que NTT menciona al hablar de la compra de DoCoMo por parte de NTT es la posibilidad de vender activos. Con esto estarían buscando generar flujo de caja para financiar la operación e invertir en nuevos negocios, manteniendo al mismo tiempo el dividendo. NTT quiere aumentar las inversiones fuera de Japón, y reforzar su unidad global de servicios para empresas, NTT Communications. No parece que hayan hablado de ningún activo en particular, pero lo lógico es pensar en infraestructura física… (Bloomberg)
En Suecia, Telia acaba de vender su unidad mayorista global: Esto puede parecer una operación secundaria, pero es bastante importante, porque el negocio de carrier internacional de Telia es el más grande del mundo, incluyendo 65.000 km de rutas de fibra a nivel mundial, puntos de presencia en 115 países, y 900 grandes clientes. La unidad ha sido vendida a un consorcio de fondos de pensiones suecos, por $1bn, pero no es nada parecido a un unicornio, sino más bien un negocio con problemas de crecimiento, con la voz mayorista en declive, y con el transporte de datos siendo integrado en gran medida por los “Big Tech” (FT)
La regulación de las Big Tech podría estar más cerca después de esta semana
Una comisión parlamentaria en Estados Unidos acaba de publicar un informe sobre la necesidad de regular a las Big Tech: Un panel de la Cámara de Representantes norteamericana, liderado por los demócratas, ha estado 16 meses analizando el poder de mercado de Amazon, Facebook, Google y Apple. Los resultados se publicaron esta semana, y concluyen que estas empresas han aprovechado su posición de dominio para defenderse de potenciales competidores y han frenado la innovación. No parece que esto vaya a desencadenar ninguna acción legislativa a corto plazo, y tampoco hay acuerdo entre los dos grandes partidos sobre lo que hay que hacer. Pero ambas partes apoyan la necesidad de considerar fuertes acciones antimonopolio contra las grandes empresas tecnológicas, así que lo lógico es ver esto como un paso más hacia iniciativas más severas… (WSJ)
Como resultado, se ha desencadenado una discusión sobre los pros y los contras... Uno de los primeros efectos ha sido el inicio de debates sobre los beneficios e inconvenientes de incrementar la presión antimonopolio. El Financial Times dice que tenemos que encontrar un equilibrio regulatorio adecuado, porque las Big Tech también han «aportado claros beneficios a la sociedad», como reconoce el propio informe del Congreso. Así que se propone «reinventar el modelo antimonopolio de los Estados Unidos» y ampliar su alcance más allá de «evitar los daños al consumidor» para incluir el impacto del poder empresarial en la competencia y la innovación. Mientras tanto, esta semana The Economist sostiene que tal vez las iniciativas antimonopolio ex-post no son el vehículo adecuado para abordar este problema, y menciona ejemplos del pasado (incluyendo el juicio de Microsoft, que condujo a una «decisión olvidable»). Ellos parecen simpatizar más con el enfoque ex-ante que parece que está siguiendo la Unión Europea (TheEconomist)(FT)
… y sobre la viabilidad de una regulación efectiva: Christopher Mims en The Wall St Journal, discute el argumento de las Big Tech sobre que son demasiado complejas y han profundizado tanto en la integración vertical como para hacer posible la separación de diferentes capas (por ejemplo, la plataforma frente a la propia empresa dentro de cada empresa que explota esa plataforma, como están sugiriendo los reguladores). En resumen, los gigantes de la tecnología serían «demasiado complejos para separarse«, en un lema que recuerda al «demasiado grande para quebrar» utilizado para los bancos durante la crisis financiera. Mims nos dice que se trata de un viejo argumento, a menudo utilizado en anteriores procesos antimonopolio, y a menudo abordable a través de una nueva legislación específica (WSJ)
Mientras tanto, siguen librándose batallas más específicas a corto plazo:
Apple no tendrá que aceptar a Fortnite en la App Store (por ahora): Un juez federal de Estados Unidos ha dictaminado que Apple no necesita volver a aceptar a Fortnite enla App Store, ya que Epic Games ha violado su contrato con Apple, y hay un «interés público significativo» en exigir a las empresas que se adhieran a los contratos, y utilicen los tribunales «por el curso normal» si tienen algún problema. Ahora habrá que esperar al juicio (NYTimes)
Más voces en el Reino Unido piden una revisión regulatoria de la controvertida adquisición de Arm por parte de Nvidia: P Mandelson, ex ministro de industria británico, está pidiendo a las autoridades de competencia del Reino Unido, China y Europa, que investiguen la adquisición, por temor a que Nvidia, una vez consumada la operación, pueda restringir la capacidad de Arm para vender a todos los actores del mercado, de manera «neutral» (FT)
Y la mayoría de la gente espera un duro escrutinio en China también: El CEO de Arm ha dicho que espera un examen exhaustivo del acuerdo por parte de China, ya que los reguladores chinos están siendo presionados por los fabricantes de chips locales, que afirman que con esto Nvidia obtendría el control sobre una tecnología esencial utilizada en la mayoría de los smartphones y data centers (FT)
Microsoft pide más seguridad en las redes sociales: Satya Nadella cree que la auto-regulación es necesaria para garantizar la seguridad en Internet, especialmente en las aplicaciones de redes sociales. Su opinión es que la regulación nunca será lo suficientemente rápida como para abordar los problemas reales del mercado. Afirma que la experiencia de Microsoft, por ejemplo a través de su gestión de la plataforma de juegos Xbox, puede ayudar con esto, y también que podrían haber aplicado parte de esta experiencia, y herramientas específicas, para resolver los problemas relacionados con TikTok en Estados Unidos (WSJ)
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