Panorámica semanal: ¿Puede TikTok rejuvenecer a sus nuevos dueños?
TikTok puede ser la medicina que necesitan tanto Oracle como Wal-Mart
Oracle ve el acuerdo TikTok como un primer paso para ser un líder de la Cloud: Oracle necesita convertirse en una compañía de Cloud, y la razón principal por la que están interesados en adquirir una participación del 12,5% en TikTok a un precio bastante severo ($60bn de valoración) es que así van a conseguir un contrato para alojar en la nube de Oracle la enorme cantidad de datos que usa TikTok. Tradicionalmente Oracle había despreciado la Cloud, que consideraba una parte irrelevante del total del mercado IT, pero resulta que ahora la Cloud es el segmento de IT que más crece. Así que es Oracle el que se está empezando a convertir en irrelevante, e incluso sufriendo la amenaza de que aplicaciones de bases de datos basadas en la nube les saquen de su mercado original. El arma secreta del dueño (Larry Ellison) es su amistad con Trump, y aunque puede que eso no le haya funcionado en el intento, hace unos meses, de conseguir el gran contrato de Cloud del Pentágono, ahora parece que sí le está dando resultado (Bloomberg)
¿Es demasiado tarde para Oracle? Incluso después del acuerdo con TikTok, Oracle puede seguir siendo demasiado pequeño para ser alguien en el mercado Cloud, frente a gigantes como AWS, Microsoft Azure o Google Cloud. Por ejemplo, Oracle Cloud Infrastructure tiene unas ventas anuales de menos de $2bn frente a los más de $40bn de AWS. Y el problema es que la evolución hacia la Cloud puede también debilitar el negocio básico de Oracle, ya que muchas empresas utilizan cada vez más software de bases de datos de «código abierto» alojado en la nube. Ante esta situación, su oportunidad podría venir de algunas de las tendencias emergentes en la industria, como por ejemplo la creciente necesidad de las empresas (presionadas por los reguladores) de almacenar sus datos en ubicaciones cercanas. Para capturar este mercado, Oracle estaría preparando una oferta de «cientos de sub-nubes locales». También estarían trabajando en un software de bases de datos diferencial (para la Cloud), que por ejemplo utiliza la Inteligencia Artificial para simplificar las actualizaciones del software. Y finalmente ellos, como Microsoft, también se ven capaces de liderar las aplicaciones basadas en la nube, un negocio en el que ya crecen más de un +30% al año. ¿Habrá luz al final del túnel para Oracle? (TheEconomist)
En un mundo paralelo, Wal-Mart también ve a TikTok como la herramienta para reinventarse: Wal-Mart también se está reinventando, y podría convertirse (si le va bien) en combustible para las escuelas de negocios, como una enorme empresa «legacy» que pasa a adoptar el modelo de negocio de su (igualmente enorme) competidor “disruptivo”. En el caso de Wal-Mart, los activos clave para competir serían: (1) su densa red de tiendas físicas, que ahora se está convirtiendo en una herramienta logística para la entrega de productos de alimentación, más potente que Amazon Whole Foods, y (2) si el acuerdo se produce, una aplicación de consumo (TikTok) que podría funcionar como generador de compras, pero también como centro de relación con los clientes, especialmente para el segmento joven, ocupando un espacio donde tal vez Facebook podría competir, pero donde Amazon prácticamente notiene activos (NYTimes)
Pero Amazon no se ha quedado quieto esperando a ver qué pasa: Por su parte, Amazon ha estado trabajando también en el desarrollo de la audiencia joven. Hace algún tiempo adquirieron la aplicación de streaming “en directo” de videojuegos de Twitch, y esta semana reforzaron esta idea con el anuncio de un nuevo servicio de suscripción de juegos, Luna+. Esto ocurrió en un evento donde también se presentaron otros gadgets (potenciados por Alexa). Es interesante ver cómo TikTok y aplicaciones similares han desplazado de alguna manera a Alexa (y a otros asistentes de voz, tan de moda hace no tanto) de su papel como «futura interfaz de cliente» (Bloomberg)
TikTok está también estos días en el centro de la Segunda Guerra Fría
Nadie sabe quién está ganando la batalla: Esta semana el Economist comparaba el caso TikTok con el gato de Schrodinger, ya que parece estar en dos estados al mismo tiempo: en uno, los americanos ganan; en el otro, triunfan los chinos. Todo esto depende básicamente de dos cuestiones: (1) quién tiene el control de la nueva filial TikTok Global, y (2) quién controla el algoritmo de «video-feed». Algunas discusiones sobre el control de la empresa se han hecho públicas, con gente del lado norteamericano diciendo que lo que se ha acordado es la distribución de acciones de la nueva empresa a los accionistas de ByteDance en proporción a sus participaciones (con lo que fondos americanos recibirían el 40% del 80% correspondiente a ByteDance), lo que daría el control efectivo a accionistas con sede en Estados Unidos. Mientras, ByteDance parece que dice que son ellos (como empresa, controlada por accionistas chinos) los que recibirían ese 80%, lo que les daría el control sobre la subsidiaria (TheEconomist)(WSJ)
Pero la batalla podría estar llegando a un momento culminante: Las últimas noticias son que ByteDance ha pedido permiso al gobierno chino para exportar activos tecnológicos, en lo que parece una confirmación de que los americanos han exigido que el algoritmo sea parte de la transacción (o al menos que sea totalmente accesible por Oracle). Ahora veremos cómo de importante es esto para China. Algunos analistas han atribuido “superpoderes” a este algoritmo, incluido un uso potencial para fines militares, pero como sucede a menudo con la Inteligencia Artificial, puede que se hayan pasado un poco… (WSJ)
Mientras tanto, los tribunales norteamericanos han paralizado la prohibición de las descargas de WeChat (por ahora): El domingo pasado, un juez de California emitió una orden preliminar que impide al departamento de Comercio de Estados Unidos ejecutar la prohibición de las descargas de WeChat, alegando que los problemas de seguridad a los que el gobierno federal hace alusión no son «suficientemente graves». Pero la administración Trump presentó este jueves una solicitud pidiendo que la decisión se reconsiderase, y aportando nuevos documentos con el fin de demostrar los riesgos para la seguridad nacional (WSJ)
La estrategia de confrontación con China podría ser una mala idea, en realidad: Un experto en la región sugiere (en un artículo de opinión en el FT) que tal vez en Occidente deberíamos pensarnos dos veces cuál es nuestro objetivo de verdad, con todo esto, y cuáles pueden ser las implicaciones. Incluso la (aparentemente incuestionable) aspiración de llevar la democracia al país podría tener peligrosos «efectos colaterales», ya que podría abrir la puerta al surgimiento de un fuerte movimiento nacionalista en China, que podría eventualmente convertirse en más peligroso para los países occidentales (y sus aliados en las regiones) que el actual régimen comunista. Sólo hay que ver lo que está pasando en algunas democracias consolidadas… (FT)
En el otro gran frente de batalla, Huawei podría tener recursos para sobrevivir: Ahora la prensa dice que Huawei podría tener suficiente inventario para sostener su negocio de equipos de red, y que sus problemas se limitarían en realidad al hardware de los smartphones. Ya veremos si esto es verdad, o si se trata sólo de una estrategia de negociación (Bloomberg)
¿Estamos en la antesala de una “revolución digital cuántica”?
La Computación Cuántica podría estar empezando a estar suficientemente madura para admitir las primeras aplicaciones prácticas. Y esto se debe a la combinación de (1) la capacidad de construir ordenadores con más qubits y (2) la capacidad de construir algoritmos útiles que puedan funcionar con menos qubits (FT)
El premio (a largo plazo) podría ser enorme: BCG estima que para 2050 las aplicaciones de computación cuántica podrían crear entre 450.000 y 850.000 millones de dólares de beneficios adicionales al año para las empresas que las utilicen. Sólo hay que aplicar un modesto múltiplo de mercado para pensar en la posible creación de valor… En línea con esta promesa, las inversiones de capital riesgo en este campo siguen creciendo, y han alcanzado los 450 millones de dólares en lo que va de año. La actividad se centra sobre todo en el desarrollo del hardware, el elemento más importante (pero el más difícil de construir), con diferentes enfoques. Aparte, también hay mucha gente trabajando en el desarrollo de software para operar mejor este hardware y reducir las tasas de error (un factor crítico para construir ordenadores cuánticos útiles). Un tercer campo es la experimentación con aplicaciones, a través de diferentes API que exponen las actuales capacidades de computación cuántica a través de las Clouds de IBM, Microsoft, Google o Amazon. El plan es empezar con aplicaciones menos ambiciosas, que produzcan beneficios que luego puedan ser reinvertidos en hardware nuevo y más capaz. Esto es lo que pasó con los ordenadores clásicos, pero todavía no está claro si funcionará ahora (TheEconomist)
Los gobiernos y los inversores apuestan por un nuevo orden energético
El hidrógeno surge como una gran promesa para la energía verde: el hidrógeno sería capaz de sustituir los combustibles fósiles en procesos industriales como la fabricación de acero, de cemento o de productos químicos, demasiado intensivos en energía como para ser soportados por la energía solar o eólica. El hidrógeno también es un material muy abundante en la Tierra, pero la barrera para usarlo como fuente de energía está en el pre-procesamiento que requiere. Ahora las enormes inversiones en Europa (470.000 millones de euros en plantas de energía previstas para 2050) y en otros lugares prometen resolver este problema (Bloomberg)
Airbus está trabajando actualmente en varios diseños de aviones basados en hidrógeno, que se espera que hagan posibles los «vuelos de cero emisiones». Este es todavía un proyecto a largo plazo, ya que la compañía espera que los primeros jets de pasajeros estén disponibles a mediados de 2030 (Bloomberg)
Las tecnologías verdes parecen una tendencia imparable en este momento, también para los inversores: La Unión Europea pondrá a prueba el apetito de los inversores emitiendo una enorme cantidad de «deuda verde», hasta 225.000 millones de euros, equivalente a la cantidad total de bonos verdes emitidos en 2019. Los criterios para definir qué es un «bono verde» están aún por decidir, pero la percepción en la industria financiera es que esto «va a cambiar el panorama» del sector (Bloomberg)
Esta semana también escuchamos las opiniones de Elon Musk sobre el futuro de las baterías: En un evento en Alemania, contó que la producción de baterías propias es una prioridad estratégica para Tesla, dados los potenciales cuellos de botella por la demanda masiva de baterías para la industria de vehículos eléctricos, y dado su papel en la diferenciación comercial de los coches. Afirmó que Tesla será capaz de reducir los costes por kWh en más del 50% en unos 3 años (WSJ)
La tendencia de la «sostenibilidad» va más allá de la energía y se está expandiendo rápidamente a otras industrias, por ejemplo, la alimentaria: El capital riesgo está fluyendo hacia la «tecnología alimentaria», una industria que está tratando de encontrar el “equilibrio perfecto” entre lo «bueno para la sociedad» y lo «bueno para los individuos». La tendencia ya ha producido «unicornios» como Impossible (fabricantes de las famosas hamburguesas a base de plantas), valoradas en $4bn, o Beyond Meat, el principal competidor de Impossible, que es ya una empresa pública con una capitalización de mercado de $9.6bn (FT)
Sin embargo, la transición a un mundo más sostenible podría ser más difícil de lo esperado: En un artículo reciente (y en la portada) del Economist se defendía que, aunque la nueva «era verde» podría ser mejor que la anterior, centrada en el petróleo, tanto para la salud de las personas como para la estabilidad política y económica, la transición tiene riesgos sustanciales. Por ejemplo, China, que ahora se encuentra en el centro de los debates sobre las tecnologías digitales, domina tecnologías “verdes” esenciales, como los módulos solares (75% de la producción mundial), las baterías de iones de litio (69%) y las turbinas eólicas (45%). Los chinos también controlan el refinamiento de materiales críticos para la energía «limpia», como el cobalto y el litio. Todo esto podría situar a China en una posición similar a la que los «petro-estados» han ocupado durante la era del petróleo, con muchos riesgos geopolíticos implícitos. Por otra parte, estos mismos «petro-estados» podrían sufrir grandes inestabilidades políticas si la demanda de petróleo cae drásticamente (TheEconomist)
Con la pandemia, la exuberancia irracional ha vuelto
En las OPV de tecnología, los mercados están «de fiesta, como en 1999«: Las OPV de este año ya han recaudado $95bn, la cifra más alta desde 2000, a excepción de 2014 ($96bn, principalmente por Alibaba). Así que la gente está comparando la situación con la burbuja tecnológica de 1999-2000. Sin embargo, ahora varias cosas han cambiado. Tres categorías concentran el 80% del dinero en el mercado OPV actual: la salud (probablemente por razones obvias), la tecnología (la industria que más se ha beneficiado de la crisis actual) y las empresas de «cheque en blanco» (SPAC), vehículos que hacen posible que los pequeños inversores minoristas adquieran participaciones en startups, como los fondos de capital riesgo. Con las tecnologías digitales mucho más maduras que en 1999, no son tanto las OPV de tecnología como estos «cheques en blanco» lo que parece más peligroso en estos momentos (WSJ)
La filial de pagos electrónicos de Alibaba quiere aprovechar la moda, con una valoración estratosférica: Ant Financial está preparando una oferta pública inicial en Hong Kong y Shanghai, que se espera que sea una de las mayores captaciones de capital del mundo, con una oferta de aproximadamente el 10% de las acciones, a una valoración entre $200bn y $300bn. En el clima actual, hay un fuerte interés por las acciones, así que lo que la valoración sigue aumentando (Bloomberg)(FT)
El ambiente también beneficia a la oferta pública inicial de Palantir, con una alta valoración a pesar de sus recurrentes pérdidas: Es cierto que la controvertida startup que hace análisis de big data para las agencias de seguridad nacional norteamericanas espera unos ingresos de más de $1bn este año, con un crecimiento interanual cercano al +50%, bastante impresionante. Pero por otro lado siguen perdiendo dinero, con un flujo de caja de -$165m el año pasado, tres veces más pérdidas que el año anterior. Finalmente, parece que saldrán al mercado con una valoración de $22bn, un poco más alta que la última ronda de financiación en 2015 (WSJ)
El dinero occidental sigue volando a la India:
Blackrock anuncia su participación en la ronda de financiación de 300 millones de dólares de Byju, una nueva empresa de educación digital, valorada en 11.000 millones de dólares. Las expectativas son cada vez mayores para Byju, ya que la pandemia está obligando a muchos niños indios a estudiar desde casa, aumentando la demanda (Bloomberg)
Como hicieron con RJio, KKR se une a SilverLake en Reliance Retail Ventures (otra empresa de Ambani). Mukesh Ambani sigue vendiendo grandes participaciones en su cartera a inversores americanos, y tomando decisiones que posiblemente tengan implicaciones geoestratégicas (Bloomberg)
Apple se une a la tendencia y abrirá una nueva tienda online en la India, aunque todavía no cumplan con las regulaciones de fabricación locales. La ley india requiere que las compañías extranjeras de hardware adquieran al menos el 30% de los componentes localmente, pero parece que en este caso han decidido relajar el requisito, en lo que se ve como una forma de persuadir a Apple para mover parte de su fabricación de China a la India (FT)
Los reguladores avanzan frente a las Big Tech
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos está eliminando las protecciones regulatorias para las aplicaciones sociales: hasta ahora, la ley protegía a las redes sociales en relación con el contenido que distribuyen, con un argumento parecido al que protegía a las redes de telecomunicaciones de las responsabilidades vinculadas al contenido de las conversaciones telefónicas de la gente. Sin embargo, el papel que desempeñan las aplicaciones sociales (a través de los feeds de noticias/vídeo) en la configuración de lo que los usuarios realmente leen y ven, posiblemente justifica un enfoque diferente. Obviamente, el hecho de que estas aplicaciones hayan sustituido en gran medida a los medios de comunicación tradicionales, y el hecho de que el contenido sea a menudo políticamente sesgado, también ha despertado el interés de los reguladores (FT)
Mientras tanto, el cielo regulatorio norteamericano se oscurece para Google: Tanto el Departamento Federal de Justicia como los fiscales generales de los estados dicen que quieren acelerar con un caso contra Google sobre una serie de cuestiones antimonopolio, incluyendo su posición de dominio en las búsquedas en Internet y en la publicidad online. Sin embargo, las diferencias entre los dos grandes partidos podrían acabar retrasando el proceso. Mientras tanto, Google se ha defendido afirmando que sus productos en realidad mejoran las condiciones para que las empresas pequeñas puedan competir con los gigantes que dominan algunos sectores (WSJ)
Apple sigue peleando para defender las comisiones de la App Store: Esta semana, Spotify se unió a Fortnite / Epic Games para luchar contra las reglas de la App Store de Apple, buscando «medios legales y regulatorios» para abordar el tema. Mientras tanto, Apple acaba de hacer el gesto de suspender las comisiones para las compras desde algunas aplicaciones de la App Store que se están convirtiendo (más o menos) en «esenciales» en los tiempos de la COVID. Esto podría ayudar a la empresa a mejorar su perfil político antes de una potencial batalla antimonopolio (WSJ)