Panorámica semanal: los cimientos del futuro
Construyendo el futuro: Semiconductores e Inteligencia Artificial
La (nueva) edad de oro de los semiconductores: Todo el mundo decía que los datos eran el nuevo petróleo. Pero ahora vemos que ese papel lo van a jugar probablemente los semiconductores, que se perfilan como una “materia prima” estratégica, sin la que nuestras nuevas formas de vivir y trabajar no serán posibles
La fabricación de chips es clave, y TSMC tiene un futuro brillante. Esta semana, TSMC, líder mundial en fabricación de chips, y absolutamente dominante en las tecnologías más avanzadas, ha anunciado sus resultados del primer trimestre de 2021. Y han sido totalmente coherentes con el papel central que han empezado a desempeñar los semiconductores: los ingresos han crecido un +17%, este año hasta alcanzar los 12.700 millones de dólares en el trimestre, superando las estimaciones de los analistas. Además, la empresa ha generado enormes expectativas para los próximos años… (Bloomberg)
Pero van a necesitar enormes inversiones. Para cumplir estas altas expectativas, TSMC tiene previsto realizar una enorme inversión (100.000 millones de dólares en 10 años), para aumentar la capacidad de producción, sobre todo de los diseños más avanzados, que también son los de mayores márgenes. Para ponerlo en contexto, 10.000 millones de dólares al año equivaldrían, con los ingresos actuales, a aproximadamente un 20% de CapEx sobre ventas (WSJ)
Un problema clave es la enorme fragilidad de la cadena de suministro de los chips. Esto también recuerda al petróleo en los años 70, y ya está perturbando la economía mundial, e incluso empezando a generar obstáculos para que la gente pueda acceder a Internet y comunicarse, necesidades básicas en estos tiempos oscuros. También hay incertidumbre sobre cuándo podrá la industria añadir suficiente capacidad para construir algunos chips «básicos» que hacen falta, porque estos chips tienen márgenes más bajos y son menos atractivos para fabricantes como TSMC (Bloomberg)(Bloomberg2)
La Inteligencia Artificial será otra infraestructura básica: La IA se está convirtiendo en un componente central de muchas decisiones colectivas. Y se puede esperar que acabe estando en la base de todos los procesos empresariales y gubernamentales
Como consecuencia, crece la preoucpación sobre los riesgos de sesgo o “injusticia” en los algoritmos, riesgos especialmente peligrosos porque podrían esconderse tras el aura de «basados en datos» o » decisiones 100% racionales», que la gente tiende a atribuir a los algoritmos. Esta semana en un artículo del FT se proponen algunas posibles soluciones para «contrarrestar» estos problemas de sesgo: (1) Aumentar la diversidad en los equipos de creación de algoritmos; (2) Utilizar la IA sólo en contextos en los que tenga beneficios demostrables; (3) Incorporar la ética a todo el proceso de diseño de los sistemas de IA; (4) Someter los conjuntos de datos y los algoritmos a una supervisión independiente; (5) Crear un proceso de «aprobación regulatoria» para los nuevos algoritmos, similar al que regula los nuevos medicamentos (FT)