Panorámica semanal: la tecnología lo invade todo
Entretenimiento: Amazon finalmente adquiere MGM
Esto confirma la convergencia de entretenimiento y tecnología. Como se esperaba, Amazon cerró la adquisición de MGM por 8.450 millones de dólares, incluida la deuda. Se trata de la segunda mayor adquisición de la historia de Amazon, después de Whole Foods Market (13.700 millones de dólares en 2017). La compañía está demostrando su compromiso total con ser un líder global del entretenimiento, y se dice que habían hecho también una oferta por Sony Pictures, que Sony habría rechazado. Después de que la venta de WarnerMedia por AT&T la semana pasada pusiera de manifiesto las dificultades para obtener sinergias entre infraestructura de red y contenidos, este acuerdo puede interpretarse como una confirmación de las sinergias (bastante más claras) entre tecnología y contenidos. Sí, John Malone ha dicho que no las hay. Pero aun así… A ver qué pasa, porque ahora 2 de los 3 gigantes mundiales del streaming (Netflix y Amazon) son «empresas tecnológicas con activos de contenido» (WSJ)
También podría crear nuevas presiones regulatorias (por antitrust) sobre un Amazon cada vez más poderoso: En el lado negativo para Amazon, este acuerdo puede aumentar el interés de reguladores y activistas que piden aplicar medidas antimonopolio contra la empresa. En particular, el empaquetamiento del servicio de vídeo en streaming con el programa de suscripción de comercio electrónico Amazon Prime está bajo escrutinio, porque parece darles una «seria ventaja» frente a sus competidores en el espacio de streaming. Por ejemplo, hay 200 millones de suscriptores globales a Amazon Prime, que casi inmediatamente podrían considerarse clientes de Prime Video, una escala similar a la de Netflix, y mucho mayor que la de Disney. La senadora Klobuchar (ex candidata a la presidencia por los demócratas) ya ha reclamado una investigación federal antes de autorizar el acuerdo (WSJ)
La tendencia ha incrementado la actividad de fusiones y adquisiciones en el sector de los contenidos, hasta alcanzar niveles récord: En lo que va de año ya se han producido transacciones de empresas de medios por valor de 232.000 millones de dólares, una cifra que no se veía desde el año 2000, y un aumento del +640% respecto al año pasado. La necesidad de escala para el negocio de streaming parece ser el motor de todo este vendaval de fusiones, con todas las empresas buscando posicionarse en el nuevo contexto que Netflix (apoyado por la pandemia) ha creado. El gasto en contenido que hace falta para seguir siendo competitivo como aplicación de streaming está creciendo enormemente. Por ejemplo, Amazon gastó 11.000 millones de dólares en 2020 frente a 7.800 millones en 2019. Y solo enormes bases de suscriptores, únicamente accesibles para empresas globales con activos físicos locales limitados, pueden sostener este ritmo (FT)
El caso de Discovery puede demostrar que las fusiones y adquisiciones no son suficientes. El precio de las acciones de Discovery ha bajdo en la semana posterior al anuncio del acuerdo para adquirir WarnerMedia. El WSJ lo justifica por la creciente conciencia del riesgo de ejecución, ya que Discovery es mucho más grande y está mucho más endeudada que antes, y se enfrenta a un panorama empresarial difícil. Además, los precedentes no son buenos, ya que, por ejemplo, 20th Century Fox sufrió una «grave degradación de sus resultados» tras la adquisición por parte de Disney hace dos años. Así que sí, el acuerdo da a Discovery la escala adecuada, pero la ejecución será difícil (WSJ)
En este contexto, Europa tiene un problema de contenidos, ya que la globalización parece imparable. Al otro lado del Atlántico, las empresas europeas de medios de comunicación están más preocupadas que nunca, al ver cómo estos gigantes con sede en Estados Unidos compiten por la hegemonía mundial en el mercado global del streaming, que se ha convertido la clave del negocio audiovisual. La fragmentación entre distintos países, con diferentes idiomas, sitúa a Vivendi (Canal+) o a Sky de Comcast en un punto de partida más débil frente a Netflix, Disney, Amazon y ahora Discovery. Es bien sabido que los incentivos para los creadores europeos son mucho mayores con las grandes aplicaciones globales de streaming (como Netflix), en contraposición a las pequeñas distribuidoras locales. Series como la española «La Casa de Papel» son un claro ejemplo de cómo una plataforma global (Netflix en este caso) crea oportunidades para aprovechar (y monetizar) la escala de audiencia global (Bloomberg)
Salud: Google confirma sus ambiciones
Google acaba de firmar un acuerdo con una gran cadena hospitalaria estadounidense. Google ha firmado un acuerdo con HCA Healthcare, una cadena de hospitales en Estados Unidos, para desarrollar algoritmos de Inteligencia Artificial a partir de los historiales de los pacientes. Esto refuerza la visión de la sanidad como una de las «grandes» apuestas de futuro para Google, que ve en la digitalización de los historiales médicos una gran oportunidad para aplicar sus habilidades para indexar, gestionar y extraer valor de los datos. Microsoft también está trabajando en ello, como demuestra su reciente adquisición de Nuance, especialista en «IA para la sanidad». Evidentemente, se trata de una gran oportunidad (la sanidad es un mercado de 3 billones de dólares), pero también existen importantes riesgos de ejecución, relacionados con la estructura del mercado y (de forma muy significativa para lo que quiere hacer Google) con la preocupación por la privacidad (WSJ)
El sector sanitario estadounidense necesita una disrupción (masiva), pero no será fácil… La lectura de este análisis en el Wall St Journal de esta semana deja la impresión de que la sanidad en Estados Unidos podría convertirse en una especie de «Vietnam digital» para los gigantes tecnológicos que intenten aprovechar la oportunidad. Los incumbentes (grandes cadenas de hospitales y grandes compañías de seguros) están en una posición muy fuerte que sí, tiene implicaciones negativas para la calidad (y el precio) del servicio. La conclusión es que los inversores no deberían «albergar demasiadas esperanzas de que las grandes empresas tecnológicas reduzcan o cambien significativamente el mercado», aunque puedan ganar algo de cuota de mercado (WSJ)
Finanzas: La computación cuántica surge como una gran oportunidad… y una amenaza
La computación cuántica puede mejorar radicalmente la eficacia de las operaciones financieras. Pero sus implicaciones sobre la encriptación asustan a los bancos. La promesa parece clara y emocionante. La capacidad de utilizar algoritmos de computación cuántica para acelerar la ejecución de algunos modelos de riesgo y algunas transacciones podría aumentar drásticamente la eficiencia de la industria financiera. Varias startups, como Xanadu, PsiQuantum o IonQ, ya están trabajando en ello, y levantando financiación a valoraciones realmente altas. También empresas como el BBVA piensan ya en cómo explotar estas eficiencias. Sin embargo, al mismo tiempo, la perspectiva de tener máquinas capaces de descifrar fácilmente los códigos de encriptación actuales, basados en la factorización en primos de grandes números, está creando preocupación en toda la industria. Y algunos reguladores están empezando a desarrollar nuevas estrategia de encriptación, en previsión de una «catástrofe cuántica» (FT)