Panorámica semanal: La semana en que las acciones tecnológicas se derrumbaron
Las acciones tecnológicas se han derrumbado
Esta semana se ha acabado la marcha triunfal de las acciones de empresas tecnológicas en la “era del coronavirus”. El jueves y el viernes se produjo una caída que muchos ya esperaban. Lo interesante es que, según cuentan, detrás de todo esto puede estar el conglomerado tecnológico japonés SoftBank, que aparentemente había estado comprando (sin hacer mucho ruido) opciones que les exponían a aprox. $50bn en acciones tecnológicas. Esto habría favorecido tanto las subidas recientes como la caída de esta semana (Leer)
La gente está preocupada, porque el sector financiero es uno de los que por ahora se habían salvado (más o menos) de la crisis:
Según el FT, es uno de los sectores que está manteniendo con vida a ciudades como Londres, que está sufriendo por la caída del turismo y los servicios: Como dice el artículo, “se siguen comprando, vendiendo y sacando a Bolsa empresas, y las cuentas siguen siendo auditadas” (Leer)
Es también una excepción en la “Segunda Guerra Fría” entre China y Estados Unidos: fondos como BlackRock o Vanguard están abriendo sucursales en China, y JPMorgan se está gastando $1bn en tomar el control de una subsidiaria local. El gobierno chino parece bastante favorable a este tipo de operaciones, de momento (Leer)
Aparecen más señales de que la pandemia nos va a cambiar (para siempre)
Las empresas se preparan para un futuro de “trabajo en remoto”: Mucha gente cree que el trabajo desde casa ha venido “para quedarse”, o por lo menos que se va a quedar más tiempo de lo que muchos pensaban. Muchas empresas han empezado a analizar qué cambios hacen falta en sus procesos para convivir con esta situación. Ya veremos si esto no acaba amenazando la privacidad de los empleados (Leer)
El impresionante crecimiento de empresas como Zoom, que han triunfado gracias al confinamiento, puede por tanto ser sostenible: Zoom sigue confirmando que son uno de los ganadores con la crisis. Han dado resultados esta semana, mejorando expectativas de ingresos e incrementando el guidance para este año. Sus acciones, contando antes de la corrección de esta semana, se habían revalorizado nada menos que un +800% respecto a como salieron a bolsa en Abril (Leer)(Leer2)
Las ventas de dispositivos digitales tienen muy buen pronóstico: Apple espera vender unos 75m de unidades de sus nuevos iPhones 5G, que anunciarán en breve. Esta cifra es más o menos la misma que vendieron el año pasado con el modelo anterior, en un contexto pre-pandemia, y muestra hasta qué punto la empresa confía en que los dispositivos y la conectividad van a seguir teniendo una demanda masiva en la “nueva normalidad”, a pesar del deterioro de la economía (Leer)
El mercado inmobiliario también muestra cuánta gente cree que nuestra forma de vida va a cambiar: Tenemos un ejemplo en la ciudad de Nueva York, donde la gente se está yendo a vivir a las afueras, incrementando los precios de las casas en esas zonas, y a la vez debilitando el mercado en el centro (Leer)
El comercio electrónico se consolida como la forma dominante de comercio:
Walmart acaba de lanzar un plan de suscripción “anti-Amazon Prime” (Leer)
Mientras tanto, Amazon sigue convirtiendo la cadena de supermercados Whole Foods en un componente de su sistema logístico: La última confirmación llega con la apertura de un Whole Foods “sólo para envíos” en Brooklyn (Leer)
La industria de la aviación también da signos de estar cambiando, quizás para siempre: El número de pasajeros ha caído drásticamente en casi todas partes (curiosamente, a excepción de China) y las líneas aéreas han empezado a reformar sus aviones para dedicarlos al transporte de mercancías (Leer)
La identidad digital se convierte, por fin, en una necesidad masiva: La aceleración de la economía digital empieza a requerir mecanismos para que la gente demuestre su identidad en el mundo online. Así que países como la India han empezado a desplegar estos sistemas, que esperan que también faciliten, a corto plazo, acciones de salud pública como el seguimiento de contactos. Y el debate ha empezado también en países de tradición más “libertaria”, como Estados Unidos o Reino Unido, donde la verdad es que se podría argumentar que la identificación de la gente en las redes está ocurriendo ya, bajo el control de empresas privadas como Apple, Google, Facebook o Amazon (Leer)
La “brecha digital” se convierte en “brecha global”: La pandemia está ampliando las diferencias socioeconómicas. Ya sabíamos que el impacto del confinamiento es mucho mayor en segmentos con acceso más limitado a la tecnología, pero la cosa va mucho más allá, y las distancia entre ricos y pobres está aumentando, tanto en los países avanzados como en los emergentes. No es tranquilizador pensar en las posibles consecuencias (Leer)(Leer2)
¿Estamos ante el final de la economía de los servicios (tal como la conocíamos)? El consumo y la fabricación de “productos físicos” se están recuperando mucho más rápido que el sector servicios, que está sufriendo el impacto de las medidas de “distancia social” y la propia reticencia de la gente a hacer cosas que impliquen contacto físico (con desconocidos) (Leer)
Puede que estemos ante una “edad de oro” para la infraestructura
Invertir en redes de telecomunicaciones está de moda: El fondo de private equity KKR, que algunos recordarán por su memorable adquisición de RJR Nabisco, acaba de comprar más de la tercera parte de la red de acceso de TIM, el operador incumbente en Italia. Se trata de una red principalmente de cobre, que ahora hay que transformar a fibra, proyecto que obviamente interesa a KKR. El mismo fondo ha sonado hace poco como candidato a comprar BT, que también está iniciando un proyecto similar de despliegue de fibra en Reino Unido (Leer)
Las “tuberías” se están revelando como uno de los puntos más atractivos de la cadena de valor de los contenidos: Las acciones de la productora ViacomCBS han caído un -30% este año, y los intentos de la empresa de transformarse en un negocio de streaming “directo al consumidor” no han ido muy bien hasta ahora. Mientras tanto Charter, la cablera controlada por el mítico John Malone, ha visto subir sus acciones un +22% hasta un valor de empresa de $210bn, incluso en un entorno de pérdidas masivas de clientes de TV de pago, gracias a su exposición al negocio de banda ancha fija, un “servicio esencial” en tiempos de pandemia. ¿Es una sorpresa esta “venganza de las tuberías”? Quizás pueda serlo, para los analistas y ejecutivos más motivados (Leer)
AT&T está poniendo a la venta su negocio de publicidad digital, entre otros, para enfocarse en el negocio core: AT&T, un representante paradigmático de los operadores que quieren ser “otra cosa”, ha identificado ahora un conjunto de activos “non core” para ponerlos a la venta y generar caja que les ayude a reducir la deuda. Hay rumores de que van a vender sus operaciones de publicidad digital, que han venido desarrollando en los últimos tiempos en torno a AppNexus, una empresa que adquirieron por $1.6bn. Se ve que las (evidentes) sinergias con la distribución de contenidos, que justificaron la compra, no están tan claras o no son tan fáciles de capturar (Leer)
La tecnología domina el debate político
Facebook está en el centro de muchos debates políticos, en todo el mundo: La empresa está haciendo movimientos preventivos ante las elecciones americanas (por ejemplo, acaba de bloquear varias cuentas creadas desde Rusia). Y también están navegando aguas políticas turbulentas en la India, donde acaban de bloquear la cuenta de un político local del partido en el gobierno, por su “lenguaje de odio”, y donde se exponen así a que el gobierno tome medidas contra los crecientes intereses económicos de la empresa en aquel país (Leer)(Leer2)
Facebook y Google siguen enfrentados al gobierno de Australia, que trata de defender a los medios de comunicación locales: Facebook ha amenazado con no permitir que los usuarios puedan compartir noticias de medios australianos, en respuesta a la amenaza del gobierno de hacerles pagar (a los medios) por la distribución de esas noticias. Curiosamente, desde algunos medios, como el FT, se sugiere al gobierno australiano que tal vez este no es un buen camino (Leer)(Leer2)
Los nuevos impuestos sobre los servicios digitales pueden provocar “daños colaterales”: Por ejemplo, en varios países donde los reguladores han creado impuestos adicionales sobre los servicios digitales, como en Reino Unido, Turquía o Austria, Google ha empezado a repercutirlos en sus precios a los anunciantes, lo que puede provocar menos anuncios (y menos ventas para las empresas que anuncian, incluyendo muchas pequeñas) (Leer)
Aparecen nuevos debates políticos (y éticos) como resultado de la proliferación de negocios de seguros basados en analítica de datos: El resultado de esto puede ser que la gente que más necesidad tiene de los servicios médicos, por ejemplo, acabe pagando costes prohibitivos por ellos…
La unidad de salud de Alphabet (Verily) acaba de lanzar Coefficient Insurance, con una oferta inicial para que las empresas cubran los riesgos asociados al coste de los planes de salud de sus empleados, pero, según dicen, con planes de evolucionar a productos más “invasivos”, basados en monitorizar el comportamiento de los clientes a través de sus smartphones (o sus wearables) (Leer)
Pasarpolis, una startup indonesia, quiere revolucionar el mercado de los seguros con tecnologías digitales, incluyendo el “uso de Inteligencia Artificial para construir planes de seguros personalizados”. Tienen apoyo financiero de Xiaomi, un líder en dispositivos regionales en la región (Leer)
La Segunda Guerra Fría se hace más interesante cada semana
La venta de TikTok US se pone (todavía) más difícil: Ahora dice China que esta operación conlleva una exportación de tecnología de Inteligencia Artificial, lo que exigiría, según la ley china, una licencia del gobierno. ByteDance, el dueño de TikTok, ha contestado diciendo que (por supuesto) ellos cumplirán con la legislación china (Leer)(Leer2)
El modelo de “super aplicación” de WeChat puede ser una amenaza para la democracia, pero restringir las actividades de Tencent en Occidente puede no ser suficiente: WeChat es un negocio fantástico, pero su modelo crea riesgos para la democracia. La revista Business Week acaba de publicar este análisis de cómo la “super aplicación” china ofrece una gran utilidad a los usuarios, pero también facilita al gobierno la “vigilancia electrónica”. Fuera de China, otras empresas podrían intentar replicar el mismo modelo (véase Palantir y sus contratos con las agencias de seguridad norteamericanas como un posible germen de esto), así que limitarse a prohibir WeChat puede ser insuficiente (o innecesario, según se mire) (Leer)
¿Ha encontrado Huawei la manera de sobrevivir? Gracias a una licencia que Intel gestionó antes de las últimas medidas contra la empresa china, parece que Huawei no tiene impedimentos para construir su infraestructura de cloud pública. Para funciones de red que se puedan desplegar sobre hardware de “propósito general”, esta incluso podría ser una vía de escape para que Huawei ofreciera soluciones de red 5G sin violar las restricciones actuales (Leer)
El “tecno-proteccionismo” sigue creciendo en Occidente, y afectando incluso a economías tradicionalmente abiertas como el Reino Unido o los Países Bajos:
El Reino Unido puede ver Arm (líder mundial en arquitecturas de procesadores) como un activo geoestratégico, y oponerse por ello a una venta a Nvidia, porque esta podría suponer una mayor dependencia de Estados Unidos (Leer)
Los Países Bajos, forzados por las circunstancias, están abandonando su visión mercantilista de las relaciones internacionales. ASML, el fabricante de maquinaria para hacer chips, está en el centro de este cambio (Leer)
La India está ahora en el centro de la Guerra Fría Tecnológica, en medio de crecientes tensiones políticas con China: la última novedad has sido la decisión del gobierno indio de prohibir otras 118 aplicaciones chinas, después de las primeras 59, que se prohibieron hace semanas. Esto ocurre mientras la tensión política crece por las disputas en torno a un territorio en el Himalaya donde hace -40C en invierno y prácticamente no se puede ni respirar (hay un 60% de nivel de oxígeno) (Leer)