Panorámica semanal: la batalla por el liderazgo digital – la Segunda Guerra Fría
Un ataque sobre sistemas de Microsoft incrementa la tensión global
Hackers chinos atacan los sistemas de Microsoft y desencadenan una crisis mundial. Un ataque a Microsoft Exchange (el software que soporta la mayoría de los sistemas de correo electrónico a nivel mundial) se ha convertido en una enorme crisis de ciberseguridad. Microsoft afirma que el ataque viene de un grupo de hackers respaldado por el gobierno chino. Este hecho se produce apenas unos meses después de un ataque similar desde Rusia, y revela la creciente fragilidad de nuestras infraestructuras informáticas ante acciones hostiles. El hecho de que los hackers hayan utilizado herramientas automatizadas para identificar mejor los objetivos y maximizar el impacto se considera un motivo adicional de preocupación (Bloomberg)(NYTimes)
El incidente ha demostrado lo fácil que es iniciar una «ciberpandemia»: A medida que se ha ido identificando la vulnerabilidad, muchos otros hackers, incluidos grupos de delincuentes comunes, han iniciado nuevos ataques, contribuyendo a la expansión del problema, que ya está afectando a decenas de miles de empresas e instituciones públicas (FT)
Los arsenales de «guerra cibernética» empiezan a verse como las «nuevas armas nucleares»: En una época en la que cada vez hay más cosas conectadas, el impacto potencial de los ciberataques es mayor que nunca. Por ello, los gobiernos trabajan ya para encontrar soluciones que protejan a sus países. Una primera prioridad parece centrarse en los contratistas de servicios informáticos, a los que hay que dotar de incentivos legales, regulatorios y financieros para que cumplan las normas de seguridad más estrictas. Una cuestión más compleja es la de preparar posibles represalias, por si hacen falta. Y aquí es donde aparecen las similitudes con la carrera nuclear de la segunda mitad del siglo XX. Al igual que con las armas nucleares, necesitamos un marco de negociación entre los distintos países que ayude a controlar una posible escalada que podría ser muy destructiva, y que muestre a todos los implicados lo que podría ocurrir si se cruzaran las líneas rojas, como mecanismo de disuasión (FT)
Google ha visto la oportunidad de tomar represalias contra Microsoft. Google ha visto cómo Microsoft se ha posicionado públicamente apoyando a los medios de comunicación en su disputa contra las plataformas de Silicon Valley. Así que ahora están utilizando el ciberataque como una oportunidad para responder. Un alto ejecutivo de Google acaba de publicar una entrada de blog en la que acusa a Microsoft de «puro oportunismo corporativo» en el debate sobre el «pago por contenidos». También afirma que «no es coincidencia» que todo esto se produzca al mismo tiempo que el escrutinio mundial por el papel de Microsoft en los dos recientes ciber ataques (WSJ)
Europa busca su autosuficiencia tecnológica:
Europa quiere un lugar en la nube. Europa está trabajando para crear una alternativa local a la infraestructura en la nube de las Big Tech norteamericanas. Una vez más, como en el caso de la ciberseguridad, esto refleja la preocupación por nuestra creciente dependencia de las infraestructuras informáticas y, en particular, de unos pocos grandes proveedores que, desde la perspectiva de la mayoría de los países, están basados «en otro sitio». La mayor parte de la infraestructura de cloud pública que utilizan hoy las empresas europeas y las administraciones públicas la proporcionan Amazon, Microsoft y Google, todos ellos con sede en Estados Unidos. Así que Europa quiere crear una alternativa local para reducir la dependencia. El proyecto ha recibido el nombre de Gaia-X y trata de implantar un «sistema federado» de proveedores de computación en la nube que colaboren y consigan economías de escala para competir con los gigantes estadounidenses. El proyecto se enfrenta a muchos retos, empezando por los técnicos (no es fácil de implantar, y los principales proveedores de cloud tienen una enorme ventaja técnica de partida), pero también incluye algunos riesgos políticos (como provocar las represalias de Estados Unidos). Un área potencial de foco podría ser la computación en el borde de la red, en la que los proveedores de cloud dominantes están todavía en una etapa inicial, y en la que la infraestructura local de telecomunicaciones podría jugar un papel (FT)
… Y también un lugar en la cadena de suministro de los semiconductores. Los semiconductores también se perciben como un elemento clave de la nueva infraestructura que está detrás de todas nuestras actividades económicas. Los chips avanzados están en el corazón de la infraestructura cloud moderna, pero también determinan el rendimiento de los dispositivos que utilizamos, y se espera que sean esenciales para todas las formas futuras de transporte. Por ello, la UE también está preocupada por la debilidad de la región en este ámbito, y trabaja para desarrollar las capacidades locales de diseño y fabricación de chips. Se espera que una parte sustancial de los 150.000 millones de dólares que se van a dedicar a alcanzar a Estados Unidos y China en «industrias digitales» se centre en los semiconductores. El objetivo es que Europa produzca más del 20% de los chips de nueva generación del mundo en 2030 (frente al 10% actual) (WSJ)
Los expertos ven muchos retos en este sentido. Una vez más, este proyecto europeo plantea importantes retos, ya que las empresas locales de semiconductores están quizá demasiado lejos de los gigantes mundiales de chips, como TSMC, Samsung o incluso Intel. El director general de Infineon, uno de los principales fabricantes europeos, se muestra escéptico ante la posibilidad de que el dinero pueda resolver por sí solo el problema, y afirma que el proyecto no funcionará a menos que haya suficiente demanda local, es decir, un sólido ecosistema tecnológico europeo. Según este punto de vista, la debilidad de Europa en materia de chips es una consecuencia del problema más profundo de no tener empresas «Big Tech» fuertes. El CEO de Infineon es aún más directo cuando dice que «no está tan seguro de que tenga sentido invertir en Europa para luego utilizar la capacidad para los chinos» (FT)
Apple podría echar una mano. Mientras tanto, tal vez bajo presión política, y tal vez para mejorar su posición de cara a vender a los fabricantes de automóviles premium con sede en la zona, Apple está planeando construir un nuevo centro de diseño de semiconductores en Munich, que se espera que trabaje en chips personalizados para 5G y otras tecnologías inalámbricas (Bloomberg)
China quiere liderar el mundo (tecnológico)
El gobierno chino quiere una pila tecnológica totalmente no estadounidense. China ha sido pionera a nivel mundial en la visión de la tecnología como el corazón de todas las actividades económicas futuras, y ha visto la oportunidad de convertirse en una superpotencia mundial controlando las tecnologías esenciales. Ahora, con ese proyecto bajo amenaza debido a los vetos estadounidenses a algunos suministros críticos, China está reaccionando acelerando planes ya existentes para ser totalmente autosuficiente en toda la pila tecnológica. El gobierno acaba de publicar un plan estratégico de 5 años que considera el desarrollo tecnológico como una cuestión de seguridad nacional, e incluye subvenciones públicas y préstamos de hasta decenas de miles de millones de dólares para la industria tecnológica local (NYTimes)
El talento es una barrera, pero el dinero puede ayudar. Hay muchas barreras para que China logre sus ambiciones de dominar toda la pila tecnológica. El talento es uno de los más importantes, así que los chinos trabajan para desarrollar una capa de ingenieros altamente cualificados en áreas críticas, como los semiconductores. Como parte de esto, empresas chinas como Bitmain (propietaria de data centers dedicados a la minería de Bitcoin) están contratando a ingenieros de chips taiwaneses. Taiwan está investigando estas acciones, ya que las normas locales prohíben a las empresas continentales contratar en la isla sin autorización previa (Bloomberg)
Los retos de Huawei ponen de manifiesto la necesidad, pero también muestran que la transición no será fácil. Ya conocíamos los efectos negativos que las prohibiciones tecnológicas estadounidenses estaban teniendo en el negocio de smartphones de Huawei. Pero esta semana también hemos conocido el impacto en el segmento de equipos de red, donde la cuota de mercado de Huawei fuera de China ha caído -2pp, hasta alcanzar aproximadamente el 20% en 2020. Esto ha sido beneficioso para los dos gigantes europeos de la tecnología de redes, Ericsson (+2pp llegando al 35%) y Nokia (+1pp llegando al 25%). Por supuesto, el panorama es completamente diferente en China, donde Huawei sigue siendo el principal proveedor (con diferencia) (WSJ)
Estados Unidos intenta reaccionar
Las grandes empresas tecnológicas estadounidenses son un punto fuerte, pero protegerlas también tiene costes. El gobierno norteamericano puede sentirse tentado para proteger, o al menos reducir la presión, sobre las empresas locales de Big Tech, que podrían verse como un activo para competir contra el complejo «militar-tecnológico» chino. Las habilidades de IA en particular, en las que sobresalen Google, Facebook, Amazon, Microsoft o Apple, parecen cada vez más importantes para aplicaciones militares, incluyendo las «guerras de información» en las redes sociales. Si se sigue este camino, Estados Unidos podría pasar a reproducir los estrechos vínculos entre ejército e industria tecnológica que parece haber desarrollado China. Este artículo de opinión en el FT afirma que eso sería un error, y que la prioridad debería ser crear el contexto que facilite la aparición de los «Googles y Microsofts del mañana» (FT)
Los americanos también intentan reducir su dependencia de China (por ejemplo, en materias primas estratégicas). China puede depender de Estados Unidos para algunas tecnologías críticas, como las herramientas de diseño y fabricación de chips, pero los estadounidenses también dependen de China para otras partes de la cadena de valor. En particular, China controla el suministro de varias materias primas necesarias para la alta tecnología. Un ejemplo es el litio, que es clave para fabricar baterías para smartphones y vehículos eléctricos. Sólo el 1% de la producción mundial de litio se extrae o procesa en EE.UU., mientras que China extrae el 10% y procesa casi el 70%. Estados Unidos está trabajando para desarrollar métodos de extracción y procesamiento más baratos y limpios, que le ayuden a recuperar terreno. Y empresas como Piedmont Lithium (mencionada aquí) están recibiendo apoyo del gobierno estadounidense para conseguirlo (WSJ)
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