Panorámica semanal: el año en que descubrimos nuestra fragilidad
Estamos descubriendo nuestra fragilidad
Lo hemos venido discutiendo aquí: el virus y la crisis que ha creado están acelerando tendencias que ya estaban ocurriendo. Hace más de un mes escribimos sobre “La gran aceleración” y esta semana McKinsey usaba exactamente los mismos términos (por supuesto, de forma independiente ). Con un análisis muy claro, muestran que el virus está ampliando la «brecha del éxito» entre las empresas. Las compañías y sectores que se benefician de la crisis son precisamente las que tenían mejores rendimientos antes del virus, mientras que las que iban mal están ahora aún peor. Para los autores, esta es una oportunidad para «grandes movimientos estratégicos», porque algunas de las barreras para el cambio dentro de las empresas han desaparecido ahora.
Grandes movimientos estratégicos… ¿para qué? Un tema común en las noticias de estos días es el daño que estamos sufriendo al darnos cuenta de que nuestras economías, nuestras instituciones, nuestras empresas estaban operando de forma muy frágil. Después del virus, necesitamos construir una nueva economía que posiblemente tendrá que sacrificar la eficiencia para aumentar la robustez y la sostenibilidad
Nuestras frágiles vidas digitales: el caso de Twitter
Twitter sufrió un grave ataque esta semana: Los hackers entraron en varias cuentas de mega-celebridades, incluyendo a Elon Musk y altos políticos demócratas como Barack Obama y Joe Biden, y difundieron mensajes solicitando que se enviara dinero a una cuenta de Bitcoin. Aparentemente el ataque explotó la «fragilidad del factor humano» en la plataforma de Twitter, dirigiéndose a empleados de la compañía con acceso a los sistemas internos (Leer)
El incidente ha causado preocupación en Estados Unidos, ya que las elecciones se acercan: Inmediatamente después de esto, la gente ha empezado a hacerse preguntas sobre la capacidad de Twitter para combatir la desinformación en su plataforma. Parece razonable ser escéptico, cuando ni siquiera parecen capaces de controlar la seguridad de las cuentas de los principales “influencers”. Esto es particularmente preocupante ya que estamos a sólo meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos (Leer)
Son malas noticias para las estrategias alternativas de monetización que se supone que Twitter estaba explorando: Los inversores podrían ahora ser reacios a creer que Twitter pueda desarrollar fuentes de ingresos alternativas, incluido un servicio de suscripción, que la empresa está considerando bajo la presión de Elliot Management, un accionista activista. La idea es: si los usuarios se sienten inseguros en la plataforma, serán mucho menos favorables a pagar una cuota de suscripción (Leer)
Así que han intentado resolver el problema lo antes posible, de momento con poco éxito: Twitter tiene incentivos para aclarar rápidamente lo que ha sucedido, e implementar los cambios necesarios, pero esto parece complicado. Incluso 24 horas después del incidente, los investigadores de la empresa seguían intentando averiguar cuántas cuentas estaban afectadas y cómo los atacantes habían conseguido acceder a ellas (Leer)
Para muchos, la conclusión es que nuestra «existencia online» es demasiado frágil: Un artículo de opinión en el FT del pasado viernes ve el ataque como un «comentario sobre nuestros tiempos» y como una muestra de la «precariedad de nuestra existencia online«, especialmente grave ya que afecta a una plataforma que hoy alberga gran parte de los debates políticos, y de la que mucha gente depende cada vez más para obtener información. Al autor le preocupa que esto pueda demostrar que el equipo o equipos que gestionan estas redes sociales no han aprendido las lecciones de escándalos anteriores (Leer)
Nuestras frágiles cadenas de suministro: la Segunda Guerra Fría
Debido a la perturbación que el virus ha causado, pero también como aceleración de algo que ya estaba sucediendo, las relaciones entre China y Estados Unidos se han deteriorado significativamente. En un mundo en el que la tecnología juega un papel cada vez más central, esto ha llevado a las dos superpotencias a una nueva «Guerra Fría» centrada en las altas tecnologías, de la que encontramos ejemplos cada semana. Además, como las empresas chinas se han convertido en clave en las cadenas de suministro de casi todas las industrias, esto ha revelado repentinamente la fragilidad de estas cadenas de suministro y la necesidad urgente de reconstruirlas. Todas estas cosas han sido discutidas esta semana en Europa (Leer)
5G y el caso Huawei
Las redes 5G pueden convertirse en el centro de la economía futura, por lo que su cadena de suministro está en el ojo de este huracán: se espera que las redes 5G vayan más allá de hacer que las descargas en los smartphones sean más rápidas, y hagan posibles las transformaciones de nuestras economías y nuestras formas de vida, incluyendo los coches autónomos y la digitalización de las fábricas. Así que los gobiernos están preocupados por la seguridad de 5G. La (enorme) estrechez de la cadena de suministro de equipos, con sólo tres actores controlando más del 80% del mercado de redes radio, y con una empresa china (Huawei) a la cabeza, está generando inquietud, y haciendo que los inversores se muestren reacios a acelerar las apuestas en 5G (Leer)
Huawei ya está sufriendo el impacto: Todas estas preocupaciones, junto con las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, han dado lugar a prohibiciones sobre Huawei en los países occidentales, empezando por Estados Unidos. Huawei acaba de anunciar sus resultados financieros del primer semestre de 2020, y ya están sintiendo los efectos de este problema, con su crecimiento de los ingresos cayendo a +13% interanual, -10pp menos que en el primer semestre de 2019. Sí, esto no está tan mal si se compara con otros (incluyendo sus competidores más directos), pero podría ser sólo el principio (Leer)
Esta semana el Reino Unido se unió a Estados Unidos y prohibió el uso de Huawei en las redes 5G: La medida revierte una decisión anterior, más moderada, del pasado enero, cuando el gobierno dijo que la tecnología de Huawei podría ser utilizada de forma limitada. Ahora hay una prohibición completa a partir del próximo diciembre, y un requerimiento para que los operadores retiren todos los equipos Huawei instalados de sus redes antes de 2027 (Leer)
Todo el mundo está discutiendo las implicaciones. Los operadores británicos no parecen contentos: Los dos mayores operadores británicos que actualmente utilizan Huawei están criticando la decisión, alegando que aumentará sus costes y retrasará sus despliegues de 5G. BT dijo a principios de la semana que sería «imposible» retirar todo el equipo de Huawei en 10 años, y señaló el riesgo de «apagones del servicio» en el futuro (Leer1). Mientras tanto, Vodafone está pidiendo al gobierno que compense los gastos esperados para sacar a Huawei con adjudicaciones de espectro de 5G más baratas, sustituyendo a las subastas previstas (Leer2)
Muchos piensan que el cambio beneficiará a Ericsson y Nokia: La percepción inmediata en la industria es que a corto plazo los otros dos grandes suministradores, Nokia y Ericsson, se repartirán el mercado británico. A más largo plazo, esto podría conducir a una menor «tensión de precios» en el mercado de equipos, lo que podría beneficiar a los dos fabricantes europeos. Obviamente, otras empresas, como Samsung, también podrían entrar en el mercado, pero la necesidad de hacer compatible la tecnología con las antiguas redes 2G y 3G podría ser una barrera. Además, los analistas esperan que las tecnologías de «red abierta» estén disponibles antes de la fecha de sustitución completa de Huawei (Leer)
El gobierno del Reino Unido busca soluciones sostenibles a largo plazo, a través de sus aliados de los «Five Eyes»: Mientras tanto, el gobierno británico está trabajando con los «Five Eyes«, una alianza de servicios de inteligencia que incluye al Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, para encontrar alternativas a Huawei. Australia ya ha excluido a Huawei de sus redes 5G, y Canadá está considerando hacer lo mismo, por lo que los incentivos parecen estar alineados. Todos están buscando formas de fortalecer a Nokia y Ericsson, pero también de facilitar la entrada de otros proveedores y colaborar en el desarrollo de soluciones de redes abiertas (Leer)
Otros países europeos podrían ser los siguientes: Otros operadores y políticos europeos están observando los acontecimientos en el Reino Unido. Huawei lidera actualmente el mercado de equipos de redes radio en Europa, con una cuota del 36%, pero su posición depende de los países (por ejemplo, son especialmente fuertes en Alemania). Mientras tanto, los precios de las acciones de Ericsson y Nokia siguen yendo bien… (Leer)
El caso TikTok
Después de un incidente militar con China, el gobierno indio prohibió la aplicación china TikTok. Esto ha coinicidido con un momento en que usuarios de TikTok en Estados Unidos han utilizado la aplicación para hacer activismo político contra Trump
Ahora Estados Unidos también está considerando prohibir TikTok: Argumentando que hay riesgos de que China pueda obtener datos personales de los ciudadanos norteamericanos (muy similar a lo que dicen de Huawei), Estados Unidos está considerando poner a la empresa matriz de TikTok, ByteDance, en la misma lista negra que al proveedor de red. En la práctica, esto impediría a los americanos usar esta aplicación, que recientemente se ha hecho muy popular en el país (Leer)
Y se ha iniciado un debate entre defensores y detractores: El gran Bill Thompson lo resume muy bien en su blog “Stratechery”: En primer lugar, TikTok representa una atractiva innovación en las aplicaciones, que aprovecha una oportunidad que incluso Facebook parece haber perdido. Pero al mismo tiempo, China ve el mundo como un escenario para la guerra ideológica, y probablemente está usando TikTok (y algunos algoritmos de AI por detrás) como un arma, así que incluso los boicots a las manifestaciones de Trump (con los que tanta gente en Europa ha simpatizado) podrían haber sido estimuladas mediante la manipulación del “feed” de video expuesto a los usuarios de TikTok. Cualquier solución razonable probablemente tendrá que equilibrar entre estos dos efectos (Leer)
Una prohibición podría crear un importante rechazo público en algunos segmentos: El éxito de TikTok en Estados Unidos (y otros países occidentales) es tan grande que para algunos usuarios de la GenZ o Millenials la aplicación es «parte de su forma de vida«. Algunos usuarios lo llaman «su club», y ese sentimiento no ha hecho más que aumentar durante le confinamiento. Muchos creadores de contenidos también han empezado a depender de la aplicación para su propia subsistencia, y aunque algunos de ellos están ahora intentando pasarse a Snapchat, para otros TikTok parece irreemplazable (Leer)
Como en el caso de Huawei, el problema también podría extenderse a otros países: El gobierno australiano, por ejemplo, ya ha pedido a la gente que «tenga cuidado» con las aplicaciones que descargan y con los datos que comparten con ellas. Y han mencionado TikTok y WeChat explícitamente. El gerente general (country manager) de la aplicación para Australia ha reaccionado con una carta a los políticos locales, explicando que «no están alineados con ningún gobierno, partido político o ideología» (Leer)
El caso de Hong Kong
Las empresas tecnológicos americanas continúan resistiendo la presión para aceptar la nueva ley de seguridad local china: La nueva ley de seguridad de Hong Kong, que implementa efectivamente las prácticas de la China continental en la ex-colonia, continúa creando controversia. Google, Amazon y Microsoft se han negado a aplicar la norma que daría a los reguladores acceso a los registros de clientes almacenados en la infraestructura cloud de estas empresas. Pero esto podría acabar forzándoles a salir de la ciudad (Leer)
Y algunos proveedores de VPN están saliendo del país, a causa de esta ley: Esto ya está sucediendo con algunos proveedores de VPN que estaban operando en Hong Kong, y que ahora han decidido irse, citando «preocupaciones sobre la ley de seguridad nacional de China para Hong Kong» (Leer)
Nuestra frágil economía: ¿qué pasa si la pandemia está aquí para quedarse?
Las cosas no parecen ir muy bien, desde una perspectiva epidemiológica: Estamos empezando a oír voces que sugieren que el virus podría durar más de lo esperado inicialmente. Zeke Emanuel, profesor de Gestión de la Atención Médica en Wharton, afirma que no es probable un retorno completo a la normalidad hasta noviembre de 2021 (Leer)
Algunos incluso sugieren que podríamos tener una «doble pandemia», con otro virus uniéndose al SARS-CoV2: Un artículo en The Atlantic esta semana, un poco pesimista, discute la visión de una persona del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que llega a sugerir que tenemos que prepararnos para que una pandemia ocurra en cualquier momento, y «cualquier momento» puede ser cuando ya estamos afrontando otra… (Leer)
La pandemia también nos ha mostrado la fragilidad de la economía en su conjunto: En primer lugar, ha revelado algunas disfunciones de la sociedad, como la desaparición de las clases medias y la caída de la confianza en la democracia (Leer1). En segundo lugar, está mostrando la falta de flexibilidad y habilidades de la fuerza de trabajo (Leer2)
Como hemos discutido en ediciones anteriores, muchos ven esta crisis como el fin de una era: El FT esta semana también menciona el tema de la «gran aceleración», y un artículo de opinión declara solemnemente que «el confinamiento por la Covid-19 será conocido como el momento en que el mundo finalmente abandonó la era analógica» (Leer)
Algunas empresas, como Zoom, ya se están beneficiando de la nueva era: Después del boom inicial, quieren explotar una potencial extensión del período de confinamiento, tanto como herramienta de trabajo (Leer1) como en otras áreas algo inesperadas, incluyendo los servicios corporativos “virtuales” para eventos deportivos de alto nivel, como las carreras de F1 (Leer2)
Sin embargo, el ejemplo de las universidades muestra que las nuevas formas de hacer las cosas están todavía en gran parte por definir: La educación superior es una de los sectores que tienen una necesidad más urgente de reinventarse, al menos parcialmente, ya que su modus operandi tradicional implica importantes riesgos para la salud en tiempos de pandemia. Sin embargo, la mayoría de las instituciones no han encontrado aún nuevos modelos de funcionamiento que vayan más allá de las «clases por zoom«. Esta semana un profesor de Columbia llama a construir «un mejor aprendizaje online para todos», y a buscar una experiencia de estudio «tan personal como sea posible». Esto, argumenta, permitirá además extender la educación de alta calidad a los sectores menos privilegiados de la sociedad (Leer)
Esta semana nos enteramos de nuevas propuestas para construir ciudades post- pandemia: La ciudad de Baltimore, junto con algunas instituciones locales de investigación, ha publicado el «Design for Distancing Ideas Guidebook«, un documento que recoge 10 planes para crear espacios de bajo coste que permitan la interacción social físicamente distante en entornos urbanos (Leer)
Hemos visto más debates sobre el futuro del dinero: Entre los que creen que las transacciones digitales dominarán los pagos (como sugiere la tendencia más reciente en la India) (Leer1) y los que piensan que el dinero en efectivo es demasiado cómodo y no desaparecerá tan pronto (Leer2)
Y más señales de que la pandemia está impulsando el negocio cloud: Google Cloud ve una clara oportunidad con el confinamiento, que obliga a muchas personas en todo el mundo a trabajar desde casa. La empresa está ahora trabajando de forma acelerada para desplegar nuevas funcionalidades y servicios para que las empresas mantengan la continuidad del negocio en medio de las restricciones. Las novedades incluyen un nuevo producto de seguridad que encripta los datos mientras se procesan (en lugar de sólo mientras están en tránsito y en almacenamiento, la práctica común hoy en día) (Leer)
Construyendo una nueva realidad
El mundo de las M&A
Las operaciones de M&A se utilizan como armas en la Segunda Guerra Fría, ahora con la India como principal campo de batalla: Las tensiones entre China y la India están empujando al segundo país más grande de Asia fuera de la órbita china y hacia el bando occidental. Esto podría tener profundas implicaciones tecnológicas, tanto en las aplicaciones (por ejemplo, la prohibición del TikTok ya mencionada) como en los dispositivos, en los que Xiaomi y otros fabricantes chinos estaban tratando de dominar el mercado indio, pero ahora podrían dejar el espacio libre para otras alternativas. Apple, Google y Facebook miran atentamente
Un proveedor Taiwanés de Apple acaba de anunciar que está entrando en el mercado indio: Pegatron, un socio de Apple para el ensamblaje de iPhones en Taiwan se está preparando para construir su primera fábrica en la India. La decisión tiene un aroma a «Segunda Guerra Fría«, ya que ahora están surgiendo nuevas oportunidades en India para los suministradores occidentales de smartphones (Leer)
Google sigue a Facebook (y a muchos otros) y compra una participación en Reliance Jio: Relacionado con la misma dinámica, Google ha decidido seguir a Facebook e invertir 4.500 millones de dólares en Reliance Jio, el agresivo entrante en el mercado de las telecomunicaciones de la India. Al igual que Facebook, Google podría beneficiarse de la integración de algunas de sus aplicaciones (por ejemplo, YouTube) en las ofertas de Reliance Jio, pero en este caso existe el factor adicional de que Google es el sistema operativo dominante en los smartphones, y de que recientemente ha empezado a tener restricciones para funcionar en los dispositivos chinos. Curiosamente, y aunque algunos rumores indicaban lo contrario, Google finalmente no ha entrado en la capital de ninguno de los competidores de Jio (Leer)
Y esta operación sería parte de una estrategia más amplia de Google para invertir hasta 10.000 millones de dólares en la India (Leer)
El mundo regulatorio
Hay consenso sobre la necesidad de contar con nuevas reglas para que la economía se beneficie de la nueva era de crecimiento que las tecnologías digitales hacen posible. Los responsables políticos están empezando a ser conscientes, y están empezando a moverse. Los debates ocurren en varios frentes, y ha habido nuevos ejemplos de algunos de ellos esta semana:
Impuestos – La UE ha perdido una batalla contra Apple, pero quizá no la guerra: El segundo tribunal más alto de la UE anunció el miércoles pasado su decisión de rechazar una demanda de la autoridad antimonopolio europea, que pedía a Apple compensar 13.000 millones de euros en impuestos impagados a Irlanda entre 2003 y 2014. Esto ha sido visto como una gran victoria para Apple (Leer1). Sin embargo, se espera una apelación, y algunos analistas señalan que el tribunal no discutió la premisa legal que sostiene la acusación, por lo que la puerta sigue abierta para que la comisión argumente mejor su demanda (Leer2)
Datos – La UE quiere más restricciones sobre la forma en que las empresas «Big Tech» norteamericanas pueden utilizar los datos de los ciudadanos europeos: El Tribunal de Justicia Europeo dictaminó el jueves pasado que el acuerdo «Privacy Shield» entre Estados Unidos y la UE, que permite a las empresas (incluyendo a las «Big Tech» americanas) mover datos entre ambas regiones, no cumple con los derechos de privacidad europeos. No está claro qué va a pasar ahora, y pocos esperan una shock repentino en la actividad, pero algunos expertos dicen que la sentencia deja a «miles de empresas en un limbo legal» (Leer)
Datos – Estados Unidos quiere restricciones sobre cómo las aplicaciones extranjeras pueden usar los datos de los ciudadanos americanos: En estas disputas, las empresas americanas no pueden decir que se trata de un problema unilateral creado por los políticos europeos porque, como vimos con el caso TikTok, debates similares están ocurriendo también en Estados Unidos Esta semana, un congresista demócrata pidió a Apple y Google (como propietarios de los dos sistemas operativos dominantes en los smartphones) que eviten que las aplicaciones comprometan la seguridad nacional al compartir datos con entidades extranjeras, «incluyendo China y Rusia» (Leer)
Antimonopolio – Las grandes empresas de tecnología siguen bajo escrutinio: Esto incluye a Google, que esta semana envió un documento a los reguladores australianos argumentando que no controlan la industria de la publicidad digital tanto como para ejercer presiones monopolistas contra sus competidores (Leer1) y a Facebook, ahora bajo revisión por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, que está considerando llamar a testificar a Mark Zuckerberg y a Sheryl Sandberg (Leer2)