Panorámica semanal: Después de la pandemia (I) – Nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías cambiarán el mundo después de la pandemia
La tecnología digital desempeñará un papel central en nuestras vidas. Satya Nadella cree que «no hay vuelta atrás». En la misma semana en que Microsoft ha estado sufriendo los efectos de un ciberataque global, Satya Nadella habló con el Financial Times sobre su visión del futuro. Destaca el papel esencial que ha desempeñado la computación en la nube en nuestra respuesta a la pandemia y concluye que las tecnologías digitales serán fundamentales en nuestras vidas y nuestras economías a partir de ahora. Por ello, afirma que debemos crear más confianza en estas tecnologías. Eso quiere decir que habrá que trabajar en temas como la ciberseguridad (como el propio caso de Microsoft demuestra esta semana), la ética de la IA o la privacidad, que incluirán tanto iniciativas legislativas como proyectos de ingeniería para implementar protecciones «por defecto» en nuestros sistemas. Si hacemos todo esto bien, Nadella cree que el progreso se acelerará, y en 10 años las dudas sobre si las Big Tech tienen demasiado poder dejarán de tener sentido (FT)
Las tecnologías cloud transformarán la educación. Uno de los campos en los que la nube ha sido clave, y donde puede seguir siendo un motor de innovación, es la educación. El aprendizaje electrónico habilitado por los sistemas en la nube ha ayudado a la humanidad a hacer frente a los desafíos de la pandemia. Sin embargo, los últimos meses también han revelado las lagunas que siguen ahí. Los expertos citados en este análisis del FT hablan de cómo las instituciones educativas podrán cubrir estas lagunas mediante una adopción más activa de las tecnologías en la nube, que les ayudará a cambiar el diseño de las experiencias de aprendizaje en línea (FT)
El «holotransporte» y la realidad aumentada podrían reinventar las comunicaciones. Las empresas de Silicon Valley están trabajando para reinventar la experiencia de las comunicaciones por vídeo. Zoom y sus competidores han sido de gran ayuda para mantener la actividad profesional desde casa, pero también se han puesto de manifiesto sus limitaciones, lo que ha llevado a lo que muchos llaman estos días «fatiga de Zoom». Estos problemas están relacionados con una experiencia de «telepresencia» relativamente rudimentaria, o no realista, por lo que la tecnología sería parte de la solución. Apple podría estar creando una aplicación «FaceTime 3D», haciendo uso de las nuevas cámaras con sensor de profundidad. Además, Microsoft ha lanzado un prototipo de aplicación de «holopresencia», que pretende «proyectar una imagen real de una persona en una escena virtual» (FT)
Los coches autónomos podrían reducir los accidentes mortales. Waymo, la filial de coches autoconducidos de Alphabet (Google) afirma que la IA que conduce sus vehículos ha sido capaz de mitigar los choques en la mayoría de una serie de accidentes mortales que la compañía ha recreado virtualmente. Se trata de un rayo de esperanza para estas tecnologías, que podrían servir para aumentar la seguridad en el transporte. Sin embargo, todavía hay cuestiones abiertas, como la incertidumbre sobre cómo reaccionarán los humanos ante posibles situaciones de accidente con vehículos autónomos (Bloomberg)
Y Apple puede jugar un papel. Nuevos rumores confirman que Apple está trabajando en un coche, y que será un «smartphone sobre ruedas», construido de la misma manera que los iPhones se fabrican hoy en día. Al parecer, la compañía se decanta por un modelo más parecido al del iPhone, en el que trabajarían con fabricantes de «marca blanca» como Foxconn (constructor clave del iPhone en la actualidad) y Magna (contratista especializado en coches, actualmente contratado por otras marcas de automóviles). Apple habría descartado una alianza con una empresa automovilística más consolidada (como Hyundai / Kia o Nissan, que era lo que sugerían algunos rumores anteriores) (Bloomberg)
El dinero fluye hacia las startups de computación cuántica Cerca de 200 startups estarían trabajando para construir sistemas cuánticos comerciales. Algunos expertos (como Scott Aaronson o Ignacio Cirac) se muestran escépticos al respecto. Pero en la actual «fiebre del oro» impulsada por el SPAC, los mensajes son cada vez más optimistas, y empieza a fluir el dinero. Esta semana tenemos dos ejemplos:
IonQ: ¿una ordenador cuántico en 2023? IonQ, una startup centrada en la comercialización de hardware y software de computación cuántica, está planeando salir a bolsa a través de una fusión con una SPAC, que valoraría la empresa en 2.000 millones de dólares. Ellos ven los ordenadores cuánticos como una realidad comercial en 2023, de acuerdo con las afirmaciones de Gartner (que siempre sabe mucho) sobre que el 20% de las organizaciones mundiales, incluidos gobiernos y empresas, asignarán presupuesto a la computación cuántica para ese año. IonQ planea utilizar el nuevo dinero para financiar la construcción de una máquina del tamaño de una consola Xbox que será capaz de trabajar a temperatura ambiente, y que se espera que esté disponible en 2023 (WSJ)
PsiQuantum: ¿un ordenador cuántico comercial para 2025? Otra startup, PsiQuantum, fundada por cuatro físicos universitarios del Reino Unido, ha estado trabajando en silencio hasta ahora, pero se está preparando para hacer un anuncio público sobre la tecnología que han estado desarrollando en los últimos 5 años, con los 215 millones de dólares de financiación que recibieron. La idea es probablemente aprovechar la actual ola de optimismo para conseguir más dinero. Al igual que IonQ, PsiQuantum es bastante optimista en cuanto a las perspectivas comerciales de los ordenadores cuánticos, y esperaría construir una máquina con 1 millón de qubits (dedicados principalmente a la corrección de errores) para 2025. En este caso, se trataría de un gran ordenador, bastante parecido a los mainframes de los años 70, que ocuparía toda una habitación y sería accesible a través de Internet. Se supone que PsiQuantum ya está trabajando en posibles casos de uso con empresas de varios sectores, como el farmacéutico, el energético, el aeroespacial, el del transporte, el financiero y el de alta tecnología (FT)
La tecnología podría ayudarnos a afrontar la crisis del clima:
Los nuevos procesos «verdes» para producir hidrógeno podrían estar muy bien, pero todavía hay demasiada incertidumbre. El hidrógeno tiene un gran potencial para contribuir a resolver la crisis climática, ya que no produce dióxido de carbono cuando se quema. Hasta ahora, el problema era que el proceso más eficiente para producir hidrógeno era utilizar combustibles fósiles, así que el efecto neto no era demasiado positivo. Una empresa llamada ITM Power ha construido una planta de 22 millones de libras para producir «hidrógeno verde» a partir del agua, una tecnología prometedora que los gobiernos han empezado a ver con simpatía. Como consecuencia, la valoración de ITM se ha disparado desde 2019 (+2.000% hasta los 2.600 millones de libras). Sin embargo, todavía hay problemas técnicos para conseguir que lo que hace ITM sea escalable, y sólo el 1% de la producción actual de hidrógeno proviene de procesos «verdes», así que el futuro de la empresa es todavía bastante incierto (FT)
La respuesta podría ser… la innovación en los reactores nucleares. En lo que muchos podrían ver como una paradoja, resulta que los reactores nucleares, que tradicionalmente han sido la némesis de las organizaciones ecologistas, podrían ser unos grandes aliados en la lucha contra el calentamiento global. La energía nuclear no tiene emisiones de carbono, y los diseños innovadores de reactores, como los SMR («Small Modular Reactors»), que caben en un camión y pueden transportarse allí donde se necesiten, están revolucionando los costes de esta opción (Bloomberg)
Un problema emergente es cómo hacer que los humanos y las tecnologías digitales coexistan de forma productiva
El talento humano sigue siendo clave en un mundo centrado en la tecnología. Sólo hay que mirar la cadena de suministro de los microchips: Puede que la pandemia haya sido un acontecimiento inesperado, pero eso no debería ser una excusa para justificar nuestra falta de preparación para afrontar sus efectos. Parece que se trata en gran medida de una cuestión de talento, ya que los algoritmos aún no son tan buenos para hacer frente a trastornos inesperados. En particular, la ruptura de muchas cadenas de suministro mundiales, incluidos los semiconductores, está poniendo de manifiesto la necesidad de contar con personas con las habilidades adecuadas para gestionar el problema (FT)
El mero hecho de «añadir tecnología» no aumenta necesariamente la productividad. Este artículo de opinión en el FT pone una nota de «tecno-pesimismo» en medio de la exuberancia tecnológica actualmente dominante. Las tecnologías digitales nos han convertido en trabajadores más «generalistas», proporcionándonos herramientas polivalentes como los ordenadores y los smartphones. Sin embargo, un vistazo a la historia económica muestra que la especialización, más que la multitarea, ha sido tradicionalmente el motor clave del crecimiento y el aumento de la productividad. Esto podría explicar por qué la digitalización no parece tener los efectos positivos en la economía que todo el mundo esperaba. El autor propone repensar los trabajos “intelectuales”, e introducir un mayor nivel de especialización. Esto también podría tener un impacto negativo (nadie quiere volver a las fábricas de principios del siglo XX), así que el reto sería encontrar un óptimo entre el foco y la multitarea (FT)
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