Panorámica semanal: Construyendo las infraestructuras necesarias para nuestra nueva vida
Redes
Los gobiernos se movilizan para construir redes de banda ancha: Todo el mundo está de acuerdo en que las nuevas necesidades del mundo después de la pandemia requieren una mejor conectividad. Sin embargo, en muchos países (incluso los más avanzados), las redes de banda ancha son insuficientes, o dejan a gran parte de la población con un acceso a Internet deficiente. Muchos gobiernos en todo el mundo ven esta como una prioridad clave
Esta semana hemos sabido que Estados Unidos va a destinar 100.000 millones de dólares a cubrir el déficit de conectividad: Dentro del plan de infraestructuras de 2 billones de dólares de Biden, el acceso a la banda ancha ocupa una posición significativa. El presupuesto total incluye 100 millones de dólares para construir una infraestructura de acceso a la banda ancha que llegue a todos los hogares estadounidenses. Esto ha gustado a los defensores de la «banda ancha universal». Sin embargo, otros sectores políticos no están tan contentos, y consideran que se trata de una intervención estatal sobre la economía. El plan confía en que las empresas privadas construyan las redes, pero hay preocupación de que algunas empresas se muestren reticentes a desplegar infraestructuras que vean potencialmente poco rentables (esto ya ocurrió con la electricidad en los años 20). Dentro de la industria local, los operadores de telecomunicaciones parecen haber recibido mejor la iniciativa que los cableros(que podrían perder su posición de casi monopolio en algunas zonas del país) (NYTimes)(WSJ)
Algunas infraestructuras de red críticas ya no son suministradas por los operadores:
Los cables submarinos los construyen ahora las plataformas de Big Tech: La industria de las telecomunicaciones está cambiando (o ya ha cambiado). Una infraestructura clave para el acceso de los ciudadanos de un país a Internet son los cables submarinos que conectan diferentes regiones con Estados Unidos, donde se encuentran los grandes centros de datos de las Big Tech. En el pasado, estos cables los construían los operadores, o consorcios en los que ellos participaban. En general, esto está dejando de ser el caso. Ahora son directamente las plataformas las que invierten y construyen los cables. El Financial Times comentaba esta semana el caso de Facebook y Google en Indonesia (FT)
La infraestructura física está cada vez más en manos de proveedores neutrales, como Cellnex: La empresa ha crecido enormemente mediante grandes adquisiciones de torres de operadores en Europa. Ahora los inversores (como describe este artículo) piden rentabilidad (FT)
El 5G trae más cambios a la industria
Verizon acaba de demostrar que la infraestructura local no es fundamental para vender redes privadas 5G: Verizon se ha impuesto a los operadores locales británicos y ha logrado un contrato con el Puerto de Southampton para construir una red privada 5G. Esto revela que el control de la infraestructura local no es crítico para estos acuerdos, ya que Verizon no posee ninguna, y eso no le ha impedido ganar. Otra forma de interpretar esto es que, si Verizon lo ha hecho, tal vez empresas como AWS, Microsoft y Google también podrían hacerlo, y ofrecer estas redes como un servicio de valor añadido sobre el portfolio de IaaS que ya venden a las empresas a nivel mundial (Bloomberg)
En Estados Unidos, T-Mobile va a atacar el mercado de la banda ancha fija con 5G: como se comenta en este artículo de Bloomberg, es algo que ya se ha intentado muchas veces, con varias tecnologías diferentes. Recientemente, Verizon ha intentado captar a algunos clientes de operadores de cable, utilizando conexiones inalámbricas 5G en el espectro de ondas milimétricas, pero han tenido problemas, por cosas como la necesidad de una línea de visión directa para que estas conexiones funcionen. T-Mobile dice que va a adoptar un enfoque táctico, dirigiéndose a las zonas donde la conectividad es más escasa y donde su red tiene mayor capacidad. Aspiran a tener 15 millones de hogares pasados con esta tecnología 5G para finales de 2021. En el otro lado de este debate, AT&T sigue siendo escéptica sobre el 5G como competidor factible en Banda Ancha fija (tanto fibra como cable) (Bloomberg)
Semiconductores
Necesitamos más chips, y diferentes de los actuales: Las necesidades de las nuevas formas de vivir y trabajar están impulsando la demanda de semiconductores. Esta vez no es sólo la capacidad de proceso lo que importa, y el rendimiento energético emerge como un requisito clave, para permitir nuevos factores de forma de los dispositivos y cumplir con las normativas de sostenibilidad. La «gran aceleración» de la adopción digital en la pandemia ha creado una enorme escasez de chips, que ahora afecta a la producción de todo tipo de cosas, desde smartphones a coches. Este artículo de Bloomberg explica cómo ha ocurrido (Bloomberg)
Arm emerge como gran ganador, haciendo posible que las Big Tech diseñen sus propios chips: Arm vende arquitecturas de procesadores y licencia las instrucciones que los controlan, cosas útiles no sólo para los tradicionales diseñadores “neutrales” de chips, como Qualcomm o Samsung, sino también, cada vez más, para las grandes empresas tecnológicas como Google o Amazon, que buscan diferenciar su infraestructura en la nube y sus dispositivos (dos áreas clave de crecimiento) con diseños de chips propios. Esta tendencia ya está posicionando a Arm como sustituto de Intel en muchos segmentos. La empresa ha anunciado nuevas capacidades en un evento esta misma semana, incluidas mejoras en seguridad y mayor rendimiento con sistemas de Machine Learning, buscando superar a Intel en ambas áreas. Se ven a sí mismos como los habilitadores de la «computación ubicua» (Bloomberg)
Para construir estos diseños, todo el mundo mira a TSMC, el fabricante más avanzado del mundo: Esta semana TSMC ha anunciado una alucinante inversión de 100.000 millones de dólares en sólo 3 años, para construir nuevas plantas de fabricación de chips. Obviamente es algo difícil de replicar por sus competidores, que ya lo están pasando mal para no perder el paso. Los más grandes, Intel (20.000 millones de dólares en dos fábricas) y Samsung (100.000 millones de dólares en los próximos diez años) ya han anunciado también grandes inversiones. Todo esto demuestra la gran necesidad de más capacidad de producción. TSMC ha dicho que sus instalaciones actuales han estado funcionando al 100% de ocupación en los últimos 12 meses (Bloomberg)
Los gobiernos de todo el mundo no quieren depender tanto de TSMC (y de Taiwan). Por ejemplo, China: Los gobiernos están preocupados por la enorme dependencia de una empresa taiwanesa, al menos en lo que respecta a los semiconductores más avanzados (hoy en día casi imposibles de fabricar en ningún otro sitio). Esto incluye a China, donde el gobierno está presionando para que el país sea autosuficiente en tecnologías clave, invirtiendo miles de millones en el sector y creando fondos nacionales para chips. El principal fabricante chino, SMIC, acaba de anunciar una inversión de 2.400 millones de dólares en una nueva fábrica en Shenzhen. La capacidad local es muy necesaria para hacer frente a la creciente demanda de las Big Tech chinas, como Huawei, Alibaba y ByteDance, que, al igual que Apple, Google y Amazon, están diseñando sus propios chips (WSJ)