Panorámica semanal: China apuesta por la internet del futuro
China quiere liderar el futuro (tecnológico): Hemos hablado de esto aquí muchas veces. China se ha convertido en el estado más «tecno-céntrico» del mundo, y de hecho ha trasladado la disputa geopolítica al dominio de la tecnología. Estados Unidos ha empezado a reaccionar recientemente, y ahora estamos en medio de lo que hemos llamado una «Segunda Guerra Fría», centrada en el control de la Inteligencia Artificial, la computación cuántica y otras tecnologías, en lugar de la carrera espacial y las armas nucleares, como en el pasado. Esta semana nos enteramos de dos grandes esfuerzos en curso en China, alineados con esta estrategia. En primer lugar, el proyecto de construir (y dominar) una plataforma para construir aplicaciones descentralizadas, un elemento que se añadiría a la infraestructura actual de Internet. En segundo lugar, un esfuerzo masivo en todo el país para alcanzar la autosuficiencia en semiconductores
BSN: Una plataforma de Blockchain para obtener una «ventaja estratégica global» en el futuro de Internet. El futuro de Internet puede ser el de las aplicaciones descentralizadas, que no dependan de servidores centrales controlados por una única empresa/plataforma, sino que se apoyen en una infraestructura de blockchain que las ejecute como «contratos inteligentes». En la Internet actual, los usuarios dependen de plataformas centralizadas que les den «confianza», un elemento clave para hacer posible que un número masivo de usuarios anónimos interactúe con un número masivo de proveedores. Esta es una componente fundamental del valor que aportan hoy empresas como Amazon, Google, Apple, Facebook, Airbnb o Uber. Con el blockchain, esto no es necesario, ya que la infraestructura que ejecuta las apps tiene una arquitectura que garantiza la integridad de la información, y evita cualquier tipo de manipulación. Todavía hay muchos retos para utilizar el blockchain de esta manera, como elemento subyacente de una nueva Internet más descentralizada. Pero también hay mucha gente que piensa que ese podría ser el futuro. China parece haber percibido una oportunidad aquí, y está trabajando para desarrollar una infraestructura que simplifique el proceso de desarrollo de nuevos blockchains y aplicaciones asociadas. Varias agencias del gobierno chino, junto con China Mobile, el mayor operador de telecomunicaciones del país, han creado la BSN («Blockchain-based Service Network») y la ofrecen a desarrolladores de todo el mundo por unos cuantos dólares al año. La plataforma pretende convertirse en un nuevo «estándar de facto», e incluye herramientas de programación para crear nuevos blockchains, así como plantillas para estandarizar algunas funciones básicas. Los chinos consideran que se trata de una revolución comparable a la que supusieron el TCP/IP o la cloud en el pasado, y de un estándar que debe controlarse del mismo modo que pretenden controlar el 5G. Y a algunos observadores estadounidenses les preocupa que BSN pueda dar a China una «ventaja estratégica global». Los norteamericanos podrían querer replicarlo, pero eso podría entrar en colisión con los intereses de sus gigantes «Big Tech», y aparte les costaría mucho dinero… (WSJ)
Total autosuficiencia en semiconductores. ¿Es posible? Otro espacio de la tecnología en el que China se está centrando en estos momentos es la búsqueda de la autosuficiencia en semiconductores. Ya hemos dicho aquí, muchas veces, que los chips se están convirtiendo en una infraestructura fundamental para la economía, como elemento crítico para conectar todo a Internet y permitir la «economía digital». China ya era consciente de ello, y estaba trabajando en consecuencia, de cara a reducir su dependencia de Occidente. Pero las recientes prohibiciones comerciales, inicialmente vinculadas al 5G y al papel que Huawei empezaba a desempeñar en la economía mundial, han acelerado el esfuerzo. Ahora, en plena «Segunda Guerra Fría», se está analizando toda la cadena de suministro de semiconductores, para asegurarse de que hay opciones “made in China” para todo. Cada componente se clasifica como de «alto riesgo» si depende de proveedores estadounidenses, y de «riesgo medio» si procede de Japón o Europa. Y el objetivo es desarrollar alternativas a todos los de riesgo. Como resultado, las empresas centradas en los chips están floreciendo en China, por ejemplo, incluyendo versiones chinas a los gigantes occidentales de la maquinaria de fabricación de chips, una parte de la cadena que se ha revelado especialmente sensible a las prohibiciones geopolíticas (lo que los chinos llaman elementos «neck-choking»). Si un país puede hacer algo tan complejo y costoso como esto, ése es China. Sin embargo, como recuerda el Financial Times esta semana, llevará mucho tiempo y no se esperan resultados significativos a corto plazo. Incluso si los chinos consiguen reducir su dependencia, pocos expertos creen que consigan ser totalmente independientes. Quizá estemos demasiado interconectados, después de todo. Y quizá eso no sea malo (en absoluto) (FT)
Otras historias de infraestructuras:
La cloud está cambiando: el gobierno de Estados Unidos podría evolucionar hacia un modelo más descentralizado. El caso del gran contrato de cloud del Pentágono (10.000 millones de dólares), de sobrenombre “JEDI”, se ha convertido en una pesadilla, con Microsoft (que finalmente consiguió el contrato, tras quejarse de parcialidad a favor de AWS) y Amazon (que se queja ahora) metidos en una pelea que ha ralentizado el proceso. Así que el Pentágono parece estar ahora reconsiderando el planteamiento inicial de concentrar todas las necesidades de cloud en un único suministrador, y podría pasar a un modelo multiproveedor («multi-cloud»), para «reducir el riesgo de demandas legales por parte de las empresas excluidas», según han dicho textualmente. Así que la multi-cloud puede convertirse en la «nueva normalidad» para el IT del gobierno norteamericano, a partir de ahora (WSJ)
IBM quiere aprovechar esta evolución de la cloud, y ha presentado esta semana nuevos productos: La estrategia de IBM en la nube, reforzada por su adquisición de Red Hat en 2019, por 34.000 millones de dólares, se centra en lo que llaman «cloud híbrida», un modelo que ayuda a las empresas a combinar la computación “on premise” con varios proveedores de nube pública. Así que las noticias desde el Pentágono también pueden entenderse como una vindicación del enfoque de IBM. La compañía organizó una reunión con analistas la semana pasada, para presentar varios productos nuevos, entre ellos Watson Orchestrate, una herramienta de Inteligencia Artificial para ayudar a las empresas a automatizar tareas en diferentes funciones empresariales, y también un nuevo chip de 2nm, el más pequeño del mundo, que parece reforzar la idea de que los semiconductores “propietarios” se están convirtiendo en una forma de diferenciar las ofertas de cloud (Google y Amazon también han anunciado sus propios chips) (Bloomberg)
BT busca inversores para compartir sus esfuerzos en infraestructura de red: Los operadores gestionan cada vez más su infraestructura de red pasiva como una capa separada. Como hemos comentado otras veces, esto también puede verse como un paso más hacia una reestructuración completa de la industria en tres capas diferentes. Pero aunque la visión sobre el resultado final se pueda discutir, la separación de la infraestructura física es ya una realidad en casi todas partes. Incluso la red de acceso fijo, uno de los elementos que muchos veían como un diferenciador clave, está ahora bajo el mismo proceso. En el caso de BT, los reguladores ya les obligaron a separar ese negocio en una entidad diferente, Openreach, pero ahora van un paso más allá y buscan accionistas externos que apoyen la expansión de la huella FTTH en el Reino Unido (FT)