NFT o ¿Por qué alguien se gasta 200K$ en un vídeo de Lebron?

Jesse Schwarz podría haberse comprado un Lamborghini. Pudo haber pagado una hipoteca, pero se gastó 208 mil dólares en un vídeo de LeBron James, no lo has leído mal, 208.000 dólares, y ni siquiera tiene la propiedad o los derechos de ese vídeo. ¿Qué está pasando?

• Está floreciendo el coleccionismo digital: Se llama en inglés NFT (No fungible tokens) y utiliza la misma tecnología que los bitcoins (blockchain) para gestionar la autenticidad y la propiedad. Las NFT están construidas sobre Ethereum y si quieres profundizar sobre ello, puedes empezar aquí.

• Blockchain solventa los dos principales retos de los coleccionables físicos:

  • Verificar la autenticidad puede ser difícil y/o lento: un original puede ser falsificado o replicado.

  • Puede ser difícil rastrear el historial de propiedad de un objeto: a menudo no hay un registro público del viaje de vida de un objeto de colección.

• De esta manera, puedes vender lo que creas digitalmente en modo coleccionismo: Ya sea un tweet, un artículo, un dibujo o una parte de un mundo virtual. Y se está moviendo dinero real:

  • 590k$ por una animación de un gato disparando un arco iris con el culo.

  • 1.5 millones de dólares por un dibujo pixelado de un llamado «CryptoPunk».

  • 3.6 millones de dólares por una canción personalizada de DJ 3LAU.

  • 6.6 millones de dólares por un videoclip de 10 segundos del artista Beeple.

  • La NBA ya ha vendido vídeos cortos de jugadas, por valor de más de 200 millones de dólares, mediante NFT. Esto se hace a través de la plataforma NBA Top Shot

• Son varios los problemas retos a los que se enfrentan los NFT:

  • Los creadores podrían monetizar su contenido mediante coleccionismo, pero podrían perder de vista su misión principal, ya sea escribir o dibujar, y centrarse en crear escasez para aumentar el valor de sus piezas.

  • Los compradores podrían no tener en cuenta que el valor está en la escasez. La NBA puede sacar una edición limitada de 200 o de 200.000 copias de vídeos… con un solo click. Al fin y al cabo, la cantidad de cromos firmados por una estrella de futbol es limitada, pero eso no pasa con los activos digitales.

  • El resto vamos a pagar la electricidad en forma del impacto medioambiental que cuesta aplicar blockchain al coleccionismo.

Simplificando, personalmente no dudo que piezas como los artículos escritos online por los grandes maestros del siglo XXI puedan convertirse en piezas de coleccionismo digital, pero todo pasa por los mismos conceptos básicos: Escasez y consenso sobre lo que tiene valor.

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