Lo que nadie supo ver en la compra de Waze por Google
En Junio de 2013 Google compraba Waze por cerca de 1.000 millones de Euros adelantándose a competidores que parecía que podían necesitar más los activos de Waze (Facebook al no tener posicionamiento en el mercado, o por el fallido lanzamiento de la app de mapas de Apple)
Las razones que se esgrimieron entonces eran principalmente cuatro:
Información activa creada por la comunidad para enriquecer google maps como controles de polícia o accidentes
Información pasiva de navegación en tiempo real
Conseguir inventario de publicidad local
Alejar a la competencia
Google, para sorpresa de todos, no ha integrado la app de Waze en su ecosistema, la ha mantenido separada, ni siquiera ha hecho un esfuerzo grande en monetizar su uso más allá de anuncios esporádicos.
Eso se debe uno de los de los usos más potentes de los activos de Waze (que nadie se percato entonces) y que hace tan atractiva la compra para el futuro de Google. La razón diferencial de la compra de Waze por Google es el incesante número de comprobaciones manuales (ground truth) por parte de la comunidad de Waze de lo que está pasando (tráfico, accidente, policía, coche averiado etc…). Estas comprobaciones sirven para:
No solo para informar mejor a los usuarios (tanto de Waze como Google maps en el caso de accidentes)
Sobre todo para alimentar y mejorar los algoritmos de aprendizaje automático para por ejemplo calcular rutas teniendo en cuenta tráfico y retrasos.
Esta capacidad de corregir y mejorar los servicios con miles de conductores diciendo lo que realmente está pasando para que los algoritmos aprendan es básica para entender porque la compra de Waze no es un puro movimiento defensivo y es un pilar para el desarrollo del negocio de coches autónomos.