KFC hackea Spotify Premium… y los límites de la publicidad nativa
La historia más ingeniosa de las últimas horas en el mercado publicitario es la de KFC colándose en Spotify Premium mediante algo parecido a un «hackeo creativo» del sistema:
La campaña: KFC Arabia y la agencia de Dubai Memac Ogilvy han logrado que toda una campaña de su nueva hamburguesa se colase dentro de Spotify Premium. Perfiles de artistas mainstream árabes como Flipperachi, Moh Flow y Shébani han mostrado el producto de KFC en fotos, playlists y otras zonas con imágenes.
Ingenio contra la máquina: No sólo en las fotos aparecía el producto. También las playlists incluían selecciones de títulos que formaban frases eslogan, como «Discover, New, Kentucky, Burger, Come and Visit, KFC, Get It, Before It’s Too Late».
Publicidad donde nadie la quiere: si el pago premium en Spotify tiene como principal ventaja la posibilidad de no tener que sufrir anuncios de audio ni banner alguno. La agencia creadora de la ingeniosa campaña se vanagloria, precisamente, de «introducir anuncios donde no están permitidos para darle a KFC la publicidad que se merece».
… y si no la quieren, es por algo: la publicidad nativa viene siendo la gran esperanza blanca de la industria publicitaria desde hace tiempo, con proyecciones de que hasta dos tercios de los presupuestos totales de publicidad se gastarán a finales de 2020 en ella. Aunque, como producto que muchas veces confunde sus límites, sigue puesto en duda. La propia IAB ha avisado en varias ocasiones de que, sin límites claros, la gallina de los huevos de oro podría ser tan mal vista como la publicidad display.
Un truco de patas cortas: hace no mucho, The North Face realizó una campaña parecida aprovechándose de las reglas de contenido de Wikipedia para sustituir las imágenes existentes por otras de la marca. Tras un primer momento de elogios, la campaña se volvió en contra de la marca, que incluso tuvo que disculparse públicamente.