Hoy es 1995, y la Web 3.0 lo va a cambiar todo
A veces las cosas pasan tan deprisa que es difícil recordar cómo era tu vida hace unos años. Antes de 1998, cuando no existía internet (web, correo o tv en streaming) era difícil explicar a la gente lo que iba a ocurrir, cómo sería nuestro futuro. Sólo hace falta ver el vídeo de Bill Gates de 1995 explicando en un programa de TV lo que sería internet. El presentador no ve a priori ninguna ventaja en poder escuchar un partido por internet, por ejemplo, si ya lo puedes escuchar en la radio. No ve ventajas en poder grabarlo, porque para eso estaban las cintas. Porque al inicio nos suele costar ver las ventajas de las innovaciones o novedades… bueno, los inicios nunca son fáciles.
El problema es que no somos capaces de entender las escalas potenciales de las cosas, de la misma manera que no podemos calcular cuánto es 2 elevado a 64, como en el mítico cuento del ajedrez y el interés compuesto. De ahí que en 1995 fuera complicado entender el cambio que llegaría al digitalizar el contenido.
Hoy es de nuevo 1995. Te lo repito, hoy es de nuevo 1995.
Es interesante dar un vistazo al pasado, para entender y anticipar qué nos puede deparar el futuro.
La primera ola de internet, Web 1.0, fue la capacidad de publicar sin coste. Cualquiera podía publicar artículos o reflexiones para que los demás pudieran leerlas. Eso se llevó por delante a la industria de distribución física de la información. Los grandes medios tuvieron que adaptarse a las nuevas maneras de hacer llegar la información al público. Obviamente, también nació una nueva capacidad de comunicación entre personas (email) que sustituía al correo postal, incluso al fax. Se estaba gestando la siguiente ola de internet.
La segunda ola de internet, Web 2.0, fue la comunicación sin coste. Las fórmulas de comunicación evolucionaron del PC al móvil. Las comunicaciones pasaron de ser uno a uno (mails, chats, …) a uno a varios (redes sociales). Las personas se congregaban digitalmente bien con sus amigos o con colegas de trabajo. Las redes sociales habían llegado y éstas se vieron beneficiadas por la llegada, justo después, de la revolución móvil. Las llamadas de teléfono, los SMS, y por supuesto las cartas (en general el papel) han perdido su importancia en la sociedad actual.
El patrón está claro. Una parte de la cadena se digitaliza, se hace más fácil ese trabajo y los casos de uso se multiplican. El contenido de nicho puede llegar a cualquier parte del mundo, para bien o para mal, ya seas fans de las figuras de enanos de jardín, quieras difundir fake news con diferentes objetivos (o reclutar terroristas).
Cuando publicar y comunicarse no tiene coste, las barreras desaparecen y emergen casos de uso que antes no existían.
Ahora viene la Web 3.0, y su principal avance es que las transacciones no tienen coste y son automáticas. Para comprenderlo, hay un montón de nuevos términos que hemos de conocer y que están en todas partes: BlockChain, Bitcoin, Ethereum, NFT, DAO… Voy a simplificar los conceptos para facilitar que todos entendamos de que va esto (Si ya los conoces pasa al siguiente bloque
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Blockchain: Es una tecnología que permite llevar «apuntadas» todas las transacciones (ya sean intercambios de cromos en un colegio, o la trazabilidad del origen de la leche que proviene varias granjas de vacas). Pero esa lista de transacciones, no se guarda en un solo sitio… sino que se guarda en varios sitios a la vez para a) aumentar la seguridad ante ataques de fuera y b) aumentar la transparencia -> imposible llevar una contabilidad paralela. Además, va cifrada
Cuando combinas esta capacidad de llevar las transacciones con la funcionalidad de pagar y cobrar, aparecen las monedas digitales como el Bitcoin. Sus características principales son: No hay entidad/banco central que otorgue confianza a la moneda, no se “necesita” a alguien que responda por el valor de esa moneda. Es privada y está encriptada.
¿Con estas características quien crees que la uso en su inicio? Silk Road, un «amazon» de drogas que ascendió a 1.200 millones de dólares. Se pagaba en Bitcoins y es una historia espectacular. Todo orquestado por un chaval, desde su dormitorio, que se convierte en el Pablo Escobar digital del sXXI.
Una característica tanto de blockchain como Bitcoin, cuanto más se usa, más larga se hace la cadena que va apuntando todo y más segura se vuelve. Así que el uso masivo de la tecnología por parte de los usuarios de Silk Road, hizo que Bitcoin se volviera mucho más seguro: El uso intensivo y fraudulento de la tecnología mejoró la seguridad de la misma para su uso posterior.
Analistas argumentan que el Bitcoin no funciona como una moneda, que era su objetivo inicial, sino más bien como un activo como el oro. Este también fue utilizado como moneda y ahora es una materia sobre la que se puede invertir simplemente porque todo el mundo confía en que tiene valor. Con el Bitcoin es lo mismo, el valor se basa en lo que la gente piensa que el Bitcoin vale. En sociedades de Micronesia utilizaban piedras gigantes como moneda, así que no te dejes sesgar sólo por lo que conoces.
Estas monedas digitales permiten además, que las transacciones no necesiten de personas para llevarlas a cabo. Esto no se traduce en automatizar transferencias, tal y como puedes hacer en tu banco, sino en formalizar contratos inteligentes (smart contracts) entre personas o empresas, de tal manera que los pagos y la contabilidad se realizan directamente por el algoritmo cuando se cumple lo pactado. Un ejemplo: el producto del proveedor llega a tu almacén, el inventario se actualiza y el proveedor cobra instantáneamente. Estos smart contracts son el principal objetivo de Ethereum: Aplicar monedas digitales en un entorno de transacciones automáticas.
Todas las personas que trabajen en su día a día con facturas (finanzas, logística, compras, contabilidad,…) deben estar muy atentos en el medio plazo…
Si aplicas blockchain para lanzar colecciones limitadas de productos digitales (en vez de zapatillas, cromos de béisbol, etc…) entonces tienes NFTs, ya sean para arte, música, coleccionismo o cromos de cualquier deporte.
Si has llegado hasta aquí, enhorabuena! solo te queda una. Las organizaciones descentralizadas: DAOs. Las DAO son organizaciones nativas de internet que pertenecen y son administradas colectivamente por los votos de todos sus miembros, sin necesidad de un equipo de gobierno. ¿Dónde está la diferencia con las comunidades normales y corrientes? No hay personas que toman las decisiones en base a lo que quiere la mayoría. Es como si cada decisión del gobierno de un país la tomaran los ciudadanos votando y no necesitaras personas formando un gobierno.
Déjame repetirlo: Hoy es de nuevo 1995.
Antes, los cambios y la adopción de esos cambios se alargaban durante cientos de años. La pólvora usada en las armas tardó más de 100 años en ser usada en Oriente (1241) y luego en Occidente (1350). Cada nueva tecnología se ha ido diseminando más y más rápido. Te dejo el detalle de las tecnologías de los últimos 100 años:
Y los casos de uso están por ser descubiertos
Si puedes recibir cobros de manera instantánea, puedes pagar a proveedores de la misma manera y podrías también abonar los salarios no por mes, o por semana, como se hace en algunos países de habla inglesa, si no por día o por minuto. Negocios en los que hay que adelantar mucho dinero por días de cobro, ahora estarían mejor posicionados y viceversa. Financiar proyectos o empresas entre muchas personas se simplifica en su operación. Estarás en exposiciones de arte digital y podrás comprar una edición limitada que al comprarla a) se transfiere directamente a tu casa b) se te cobra en el momento y se distribuye al artista o artistas y las comisiones a donde se está exponiendo c) obtendrás el “certificado de autenticidad”. En el caso de los DAO soy más escéptico. Tendrán su lugar en el mundo, pero no arrasarán con lo existente.
Según mi opinión, explotarán los casos donde se realizan micro pagos, ya que no hay cuello de botella de personas gestionando esas operaciones entre las partes. No te equivoques, somos nosotros los que vamos a cambiar… No serán nuestros hijos… Seremos nosotros, incluso si tienes 80 años con una buena calidad de vida, vas a poder verlo:
Recuerdo 1996 cuando era el único de mi clase que navegaba en el PC de mi padre en la universidad. La gente no sabía ni clasificarlo.
Recuerdo el 1999 cuando chatear en el PC era visto de «frikis» (o raritos), ya no te digo ligar.
Recuerdo el 2 enero de 2006 cuando me puse la foto en Linkedin y era visto de «frikis».
Recuerdo cuando empecé a oír hablar de Bitcoins, me invitaron en 2013 a un hackaton, y yo empecé a pensar que ellos eran los «frikis» XD
Y si hoy es de nuevo 1995 ¿Qué va a pasar?
Los nuevos casos de uso van a explotar. Si las transacciones tienen menos fricción, podrán ampliarse los modelos de negocio a transacciones de menores importes (micropagos), que hasta ahora no se realizaban por las limitaciones en los importes de las facturas.
Industrias enteras caerán, como el ejemplo manido de Kodak con la fotografía digital. Nuevas empresas emergerán liderando los casos de uso. Habrá empresas que navegaran mejor que nadie, como lo ha hecho Disney o New York Times en estos 20 últimos años. Otros, como IBM, se reconvertirán.
Y por supuesto, falta una burbuja. La de 1999 se produjo por la valoración extremadamente alta de las startups que conseguían mucho dinero en financiación y lo gastaban en otras startups. De esa manera, los ingresos también crecían como la espuma, pero era el mismo dinero que pasaba de mano en mano, sin generar riqueza. Cuando se cerró el grifo de inversión, todas se toparon de golpe con la realidad. El índice bursátil Nasdaq Composite tuvo una subida del 400% entre 1995 y 2000. En octubre de 2002, había caído casi un 80% desde su punto máximo.
Y sobre las monedas digitales, ¿habrá burbuja? Hay analistas, famosos por entender antes que nadie lo que venía en 2008, que ya están levantando la mano. La comunidad crypto no la teme, tal y como refleja en un artículo de opinión, Coindesk: «La especulación es buena (para crypto): Velocidad, pasión, valentía. Todo esto es lo que impulsa el aumento de las criptomonedas y lo que lo hace diferente de los auges tecnológicos anteriores.» Sin duda, la mayoría del dinero que entra en la industria crypto no se realiza pensando en los casos de uso del futuro, solo en el rédito a corto plazo… Así que de nuevo, cuando el dinero no esté tan disponible, la música parará de golpe y muchos se quedarán sin sillas donde sentarse.
En el 2000 en la web se respiraba un aire ingenuo de libertad. No se trataba de empresas, se trataba de personas. Todo se acabo cuando las empresas en la Web 2.0 se llevaron el gato al agua. La web 3.0 trae la misma filosofía de descentralización que deja fuera a corporaciones (y gobiernos), veremos cuanto dura. Al fin y al cabo es la lucha cíclica de la sociedad desde hace milenios.