Diferencias de trabajar en una startup y una gran corporación
Leyendo el artículo de Noam Bardim sobre su experiencia al montar Waze y ser comprados por Google, me he animado a subrayar las diferencias que hay entre trabajar en una startup versus trabajar en una gran corporación, basado tanto en el artículo de Noam como en mi propia experiencia. Aunque mi startup no fuera Waze
Alineamiento entre empleados, marca y productos: En una startup normalmente solo hay un producto, por lo que la alineación entre empleados, producto, misión y marca es ideal y puede llegar a ser perfecta. En una gran empresa que ha diversificado las fuentes de ingresos, en el mejor de los casos, la alineación se da entre los equipos y la empresa, siendo el producto un período temporal de la relación empresa y empleado. Como dice Noam, «El producto es una herramienta para avanzar en la carrera de los empleados, no una pasión, misión».
Independencia y autonomía: Uno de los aspectos claves en la motivación de los equipos de alto rendimiento es la capacidad de tomar decisiones. Con la autonomía va de la mano el sentido último de la responsabilidad, lo que en inglés se llama el ownership. Son dos caras de la misma moneda. Esto hace que los equipos con independencia y autonomía tengan rendimientos más altos ya que sienten como suyo el negocio, ya que las decisiones son suyas. Si las decisiones vienen de otro lado, los seres humanos nos implicamos menos.
En una startup la independencia es total, tanto que cerrar la empresa está a unos meses de distancia, si las cosas van mal. ¿Puede una gran empresa dotar de esa autonomía a sus equipos? Sin duda. ¿Es lo habitual? Para nada…Contratación, despido y promoción de las personas. El famoso documento sobre la cultura de Netflix no tiene desperdicio. Netflix afirma que la cultura es «a quien contratas, despides o dejas ir». Lo que está diciendo es que la cultura son las acciones de la empresa y no son los valores colgados de las paredes. Esto es así en cualquier grupo de personas: startup, gran empresa o equipo deportivo. La rapidez con la que se puede fichar, despedir o negociar en una startup es mayor que en otras empresas de mayor tamaño, donde la toma de decisiones está más fragmentada y tiene más niveles. El famoso proceso de Amazon se diseñó para homogeneizar el proceso de contratación independientemente del equipo que las realizara. La empresa busca disgregar la toma de decisiones por el bien de la empresa.
Compensación: Lo mismo ocurre con la compensación, la libertad de la startup para remunerar a los empleados no se da en la gran empresa, ya que al escalar has de diseñar políticas de remuneración coherentes y de largo plazo. Noam además, cita problemas con las opciones sobre acciones (stock options), tan comunes en las empresas americanas de alto crecimiento.
Riesgo reputacional: La gran empresa no puede acometer ciertas acciones porque entrañan un riesgo reputacional alto, mientras que cuando eres un startup vuelas por debajo del radar. No tienes un negocio, unos socios y una imagen construida a lo largo de los años que cuidar. La startup sin duda, tomará decisiones más arriesgadas que una empresa grande para buscar el modelo de negocio que la haga crecer.
Foco: La startup se asemeja a 6 personas con el único objetivo de escalar una montaña en los próximos 6 meses, mientras que en la empresa grande, donde el producto es una herramienta para avanzar en la carrera profesional, hay siempre más de un foco en cada persona. Normalmente cuanto más grande es la corporación, mas grande es la pérdida de foco en el negocio. La unidad corporativa muchas veces distorsiona la realidad y hace que todo «gravite» hacia la corporación.
Equilibrio entre trabajo y vida personal: La empresa grande te puede permitir un equilibrio entre tu vida personal y la profesional, ya que no está en riesgo vital como la startup. El riesgo vital de la startup es que todavía no ha encontrado el modelo de negocio factible, o bien que está creciendo a tal ritmo que la empresa de por sí no es rentable todavía. Noam también apunta a diferentes momentos vitales de la persona en los que es más interesante trabajar en una u otra empresa. Cierto es que las culturas de trabajo en cada país son diferentes y eso hace que la conciliación difiera en cada sociedad.
Por cierto, te mal acostumbras, quieras o no, a los beneficios de la gran empresa: Como toda motivación extrínseca, los beneficios son un buen empujón inicial, pero las personas nos acostumbramos a ellos muy rápidamente y dejamos de darles valor, después de un tiempo disfrutándolos.
No hay una opción mejor que la otra para todas las personas. En cada momento de tu vida puede ser diferente la opción más positiva.
En mi caso, la startup me sirvió para afilar mi colmillo comercial, la construcción de relaciones con socios externos, tomar decisiones con tensión de tesorería (por decirlo finamente), construir algo de cero con mis manos durante 4 años y negociar la posibilidad de trabajar con la NBA.
En la gran empresa, he aprendido, sobre todo, a conocer y conectar todas las palancas a mi disposición para poder construir un negocio grande desde el minuto uno. La gran empresa tiene el potencial de construir cosas que mejoren la vida de las personas a una escala enorme. Pero el reto para conseguir el éxito no es solo externo (con el mercado) como en la startup, también es interno (alineando a la gran empresa). Saber conjugar ambos retos es una habilidad que solo necesitas y aprendes en las grandes empresas.